Las promesas se han convertido en un nuevo idioma; es un nuevo credo que la mayoría sigue, las expresan, le añaden todos los colores para que luzcan más llamativas y te seducen para que creas en ellas; ya sea en libros o pequeñas novelas, anécdotas o recuerdos que agobian; ahí están, las promesas, ya sean rotas o incompletas, ilusas o en imprenta, talladas o en pequeños ecos casi inaudibles que se oyen en el aire. Se vive lleno de ellas y de su cuerpo intangible, pero llegado el momento se oye el crujir de una decepción que persigue, y es que inevitablemente tendemos a hacer promesas; a nosotros y a aquel que las reza, para luego después de contar hasta tres olvidarlas y mostrarle devoción a otras tantas; son promesas, a todos les encantan, y es que para su encanto todos cantan, es esta una sinfonía que lo apuesta todo por un grupo de palabras que pintan un paisaje bienquisto de algún modo, y es así... pues ya ni modo. Promesas, promesas, promesas, dime a quién le rezas, ¿Será al peso de tu conciencia... o a alguna otra ciencia?
ESTÁS LEYENDO
El diario de un LOCO con delirios de POETA
PoetryHe estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...