Llegamos a la fiesta, la música estaba alta y habían muchas personas bailando, cantando con tragos en sus manos. Incluso, pude sentir un leve aroma a hierba cuando me bajé del auto. Jack comenzó a saludar a todos y en menos de nada, ya tenía un trago en su mano.
—¡Hermano! Que gusto que vinieras — dijo un chico alto, rubio con ojos verdes, que parecían estar un poco rojos, como si hubiera consumido algo — ¿Quieren un poco? — meneó un pequeño sobre con hierba.
Yo miré a Jack con el ceño fruncido y gracias a Dios que el lo entendió y le dijo que no.
A como la fiesta iba avanzando, Jack iba tomando, yo tenía un vaso en mi mano pero no había tomado ni un solo sorbo.
Pensaba en como íbamos a devolvernos a casa y en lo lejos que aún estaba de la mía. Pensaba en Tom y en lo maravilloso que sería estar con él, hablando, riendo y viendo películas, preferiría mil veces eso que estar aquí
—Nena, acompáñame arriba, necesitamos traer más bebidas — Yo me levanté del asiento y subí con el por las escaleras.
La casa era impresionante, grande con muchas ventanas y muros de cristal. Llegamos a una puerta a la que Jack me dejó pasar primero
—Aquí no hay bebidas — dije mirando el lugar, era solo una habitación.
—Ya lo sé — cerró la puerta tras de él — Quería que estuviéramos solos un rato
Acto seguido se acercó a mi y empezó a besarme desesperadamente, intentaba seguirlo pero sabía cuales eran sus intenciones, empezó a besar mi cuello, yo intentaba separarlo.
—Jack, ya basta — el hizo caso omiso. Lo empujé y el frunció el ceño — No pienso tener sexo contigo — el se acercó a mi y abrió su boca como si quisiera decir algo.
Luego sentí como me lanzó una cachetada haciendo que girara mi cara, sentía mi mejilla caliente y me ardía.
Estaba sorprendida, mi respiración se comenzó a agitar. El tenía el ceño fruncido pero su mirada parecía perdida. Volvió a abrir su boca pero no dijo nada, quiso poner su mano en mi hombro pero yo salí de inmediato de la habitación y comencé a bajar.
Escuchaba como me llamaba, así empecé a caminar más rápido, salí de la casa y corrí hacia la calle, no sabía que hacer, no sabía hacia dónde ir. Dejé de correr cuando creí que ya estaba lo suficientemente lejos de ahí.
|Tom|
Sentí mi celular vibrar, abrí uno de mis ojos con pesadez, el reloj de la mesa me decía que eran las 2:27 de la mañana, lo tomé y contesté
—¿Si?
—Tom — la escuché decir al otro lado de la línea. Me incorporé de inmediato — Lo siento, no sabía a quién más llamar — Su voz se escuchaba entrecortada y con preocupación
—¿Qué sucede? ¿Estás bien?
—Por favor ¿puedes venir por mi?
—¿Dónde estás?
—En la carretera cerca de West Island, por la 45
—Salgo enseguida. — Colgué mi teléfono, me puse unos pantalones y una camisa y salí, tomé las llaves del auto, me monté y lo puse en marcha.
Después de varios minutos de recorrido, la encontré sentada a un lado de la carretera con las manos en su cabeza, cuando me vio se levantó enseguida, yo salí del auto, me quité la chaqueta y se la coloqué.
Ella no dijo ni una sola palabra y solo se subió al auto.
Tomamos marcha a la casa. Ella solo miraba por la ventana, no podía decir si estaba llorando o no.
La luz era tenue, pero de algo estaba seguro, algo había sucedido, algo malo. Llegamos, estacioné el auto en la entrada de la casa. Ella giró su vista al frente
—Gracias — fue lo único que dijo, sin mirarme y se bajó del auto.
Me bajé de auto y entré a la casa detrás de ella, vi como ella se dirigía hacia las escaleras, así que la tomé del brazo, ella se giró hacia a mi, sin verme a los ojos
—Dime que sucedió — demandé con el ceño levemente fruncido
—Tom... — dijo casi en susurro
—No te soltaré hasta que me digas — Mi agarre no era fuerte, pero era firme. Ella se giró completamente pero no me miró a los ojos.
—Jack y yo nos peleamos — dijo ahora mirando al suelo — Es todo, quería irme de la fiesta pero el no me traería
—¿Por qué se pelearon? — pregunté ahora con una voz más suave.
Ella levantó la vista y la miré a los ojos, tomé un mechón de su cabello y lo puse detrás de su oreja, me di cuenta de que había un pequeño rojo con un raspón en su mejilla, enseguida fruncí el ceño, ella intentó apartar la vista pero tomé su rostro y la hice mirarme de nuevo
—¿Que te pasó? ¿Te golpeó? — pregunté subiendo el tono de mi voz
—Se enojó conmigo y... — ella soltó aire pesadamente
—Lo voy a matar — la furia me consumía, me separé de ella y me dirigí a la puerta de la casa. Pero ella me detuvo
—Espera — agarró mi brazo — ¿A dónde vas?
—Voy a regresar a ese lugar y le partiré la cara — dije con la mano en la perilla de la puerta
—No, estoy bien, por favor — ella me miró con cara de súplica — Quédate conmigo — Me dijo con una voz suave. Solté una suspiro de derrota y cerré los ojos.
—Bien, pero me dirás por qué se enojó contigo — dije ahora tomando sus manos. Vi que ella tragó saliva pesadamente
—Porque no quise acostarme con él —Tensé mi mandíbula
—Es un maldito infeliz — dije molesto — No dejaré que se acerque a ti de nuevo o sino lo mataré con mis manos — Ella me miró por unos segundos y me abrazó, colocando su cara en mi cuello, yo la tomé con una mano por la cintura, puse la otra en su cabeza y cerré los ojos.
Duramos así unos minutos, luego nos separamos lentamente.
Nuestras caras estaban a centímetros, nuestros labios también.
La miré fijamente y sin pensarlo dos veces la besé.
El beso era cálido y suave, nuestros labios apenas se movían, mi mano bajó a su cuello y el beso continuó por unos segundos
Nos separamos, ella me miró sorprendida, tenía los labios entre abiertos y podía ver que su respiración estaba agitada.
Luego la vi subir rápidamente por las escaleras, sin decir ni una palabra.
Mañana sería un día decisivo, esperaba que todo saliera bien.
ESTÁS LEYENDO
A prueba de amor (Tom Holland y tú)
Fanfiction_______ ha vivido con su tía May desde que era muy pequeña, debido a un accidente de auto que tuvieron sus padres. Ahora su tía May va a contraer matrimonio nuevamente así que van a mudarse a Londres, dónde conocerá a alguien que se convertirá en s...