A prueba de amor (Tom Holland y tú)

Parte 6

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Bajé a la cocina para comer algo de desayuno.

Allí me encontré a Harry y Paddy en la sala viendo un partido de fútbol. En el comedor estaba Tom, tomando su desayuno

—Buenos días — entré a la cocina, y comencé a servir un poco de café.

—Buenos días — respondió Tom.

—¿Dónde está May?

—Dijo que tenía que ver unos arreglos para la boda. Pero dejó el desayuno hecho —Yo empecé a servir lo que May había dejado en la estufa. — Ah, te llegó una carta — Lo escuché decir.

Me giré rápidamente y el tenía una carta en sus manos y una sonrisa un tanto divertida.

—No puede ser — me acerqué a él y tomé la carta.

Miré el logo y era de Princeton, así que tomé una bocanada de aire y lo abrí rápidamente.

Mientras la leía Tom se había parado de la mesa para llevar su plato hacia el lava platos.

Luego se giró apoyando sus manos en el mesón. Leí la carta con rapidez "Le informamos que ha sido aceptada en la Universidad...." solté todo el aire que estaba reteniendo. Me giré a él.

—¿Y bien? — preguntó con las cejas alzadas.

—Me aceptaron — lo miré fijamente.

Luego de un impulso corrí a abrazarlo, algo que el me correspondió, nos abrazamos fuertemente y nos quedamos en esa posición por unos segundos y luego nos separamos, nos miramos a los ojos. Pero inmediatamente aparté la vista

—Felicidades.

—Debo llamar a May ahora mismo — dije emocionada y corriendo hacia mi habitación por las escaleras.

|Tom|

Ella corrió emocionada hacia las escaleras, a lo que yo la seguí con la mirada y una sonrisa dibujada en mi rostro

—Deja esa cara de idiota o se dará cuenta —dijo Harry.

Ambos estaban mirándome desde el sofá. Yo giré mi vista hacia ellos

—No sé de que hablas.

—Uy si, cómo no. ¿Sabes? me agrada mucho más que la rubia tonta con la que solías salir. Y es mucho más bonita ¿O no, Paddy? — Harry lo miró. Paddy solo asintió — Tienes nuestro apoyo.

—¿Y para qué necesito su apoyo?

—Porque eres un tonto cuando de chicas se trata — yo lo miré ofendido —_________ tiene linda cara, linda personalidad. Es carismática y graciosa, no como el limón exprimido que tenías de novia.

—Y tiene un gran trasero — agregó Sam quién entraba a la cocina, aún con su cara de dormido y su pijama.

Yo lo miré frunciendo el ceño.

—
¿Qué? ¿Me vas a decir que no le has visto el trasero? — empezó a decir Sam con un sándwich en su boca — No es que me interese, pero no soy ciego.

—Es verdad — aceptó Harry — Acéptalo, Thomas — Ambos me miraban con una ceja alzad.

—Tal vez tengan razón —  puse mi vista hacia las escaleras — Pero mejor cierren la boca o sino ella los va a escuchar, degenerados — caminé hacia las escaleras, luego me giré de vuelta a ellos — Ni una palabra de esto — los amenacé para luego subir por las escaleras