A prueba de amor (Tom Holland y tú)

Parte 7

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Después de regresar del restaurante, todos nos fuimos a nuestras habitaciones, me puse mi pijama, realmente no pensaba en llamar a ese chico del restaurante, pero amé la reacción de Tom cuando dije que tal vez lo haría.

También amé como dijo muy seguro de que la relación con esa chica ya había acabado definitivamente.

Algo estaba seguro, Tom me hacía sentir algo. Era caballeroso, gracioso y jodidamente sexy.

...

Me desperté cuando un rayo de sol cayó directamente en mi cara. Miré el reloj de la mesa al lado de mi cama, 7:30 de la mañana.

Me levanté de la cama lo más rápido posible, según la carta de la universidad debía estar a las 8:00 am para todo el tema de la inducción.

Era uno de esos días en los que deseaba que David estuviera despertándome con su tonta corneta, tomé un baño, me vestí y bajé corriendo.

|Tom|

Regresaba de mi recorrido matutino, entré a casa y el olor de huevo con tocino me llegó a mis fosas nasales, May era un excelente cocinera.

—Eso huele estupendo — dije acercándome al comedor, Paddy, papá y David estaban desayunando

—Hola, Tom — saludó — Siéntate, te serviré en un segundo — Hice caso y me senté en la mesa, May puso un plato en la mesa enfrente de mi y le agradecí. 

Luego se escuchó como alguien venía corriendo por las escaleras. ________ apareció terminando de arreglar su zapato al final de la escalera

—Hola y adiós — caminó hacia la puerta — ¡Maldición, mi mochila!

Volvió a subir por las escaleras a lo que no pude evitar sonreír.

Ella volvió a bajar con su mochila en su hombro.

—Cariño, aún no has desayunado.

—No hay tiempo. Desayunaré algo allá. Adiós a todos — salió de la casa sin decir más. Todos nos quedamos mirando en silencio.

—Tendré que comprarle un despertador

—Yo puedo usar mi corneta — ofreció David, a lo que Paddy empezó a reír.

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Tomé el bus y pude llegar a la universidad, un poco tarde pero lo logré. La directora nos dio la inducción y luego cada quién se fue con un guía, por decirlo así.

El de mi grupo era un chico llamado Jack, bastante guapo, sus ojos eran claros y su cabello era oscuro.

El nos terminó de dar el recorrido por la universidad, parecía uno de esos sujetos que se la llevaba bien con todo el mundo, que era amigable y le gustaba la diversión.

—Muy bien, podemos tomar un descanso. Los invito a probar los pasteles de la cafetería principal, no se arrepentirán — dijo el chico muy sonriente

Todos se esparcieron, y se fueron a hacer cualquier cosa, yo intenté recordar donde estaba esa cafetería y después de un tiempo, llegué.

Pedí un jugo y un sándwich, no había desayunado así que mi estómago estaba gruñendo

—Te dije que eran mejor los pasteles — sentí la voz detrás de mi.

Cuando me giré me encontré con Jack, el chico guía. Tenía un café en sus manos.

—Todavía no pensaba irme — lo miré, el puso sus ojos azules en mi.

—Qué bien, así puedo guiarte yo — comentó coquetamente — Necesitas asesor para saber que pastel probar. Soy bueno en eso — Sonreí y mordí mi labio inferior.

—Eso estaría bien — el me devolvió la sonrisa. 

Después de un largo tiempo de charla, volvimos con el grupo y terminamos el recorrido.

Jack volteaba a verme varias veces y yo no le era nada indiferente. Era un chico muy lindo.

Ya estaba oscureciendo, así que el día de inducción acabó. La verdad había sido un gran día

—Espero verte por ahí, preciosa —  Jack pasó por mi lado mientras caminaba hacia la salida con otros chicos, yo solo me limité a sonreír. 

Tomé el bus de vuelta a casa, la universidad estaba más o menos a una media hora de mi casa. No era lejos, así que estaba bien con eso, aunque esperaba que mi horario coincidiera con el de Tom, así a lo mejor podría llevarme en el auto de Dominic.

Después de vario tiempo, llegué a casa.

Fui directamente a la cocina. May había dejado pollo al horno y puré de papa. Lo calenté y comencé a comer

—¿Qué tal tu primer día? — preguntó Tom entrando a la cocina. 

—Estuvo muy bien. Excelente diría — dije sin mirarlo. Recordando a Jack.

—Es bueno oír eso — dejó una bolsa metálica a mi lado. Yo alcé mi vista hacia él

—¿Es para mí? — el asintió con los labios apretados — No es mi cumpleaños.

—Es un regalo de bienvenida — se encogió de hombros.

—No tenías por qué — le sonreí Tom mordió su labio inferior, yo tomé el regalo y lo abrí.

Era una sudadera de la universidad. Lo miré de nuevo y reí

—Ahora eres oficialmente una estudiante Princeton — solté una risita.

—Gracias — lo abracé.

El me correspondió, el abrazo se estaba prolongando un poco, al parecer ambos estábamos muy cómodos.

Luego escuchamos como alguien carraspeó su garganta, Tom y yo nos separamos

—Lamento interrumpir este momento tan romántico — dijo Harry, yo rodeé mis ojos y luego reí.

—¿Celoso? — pregunté divertida.

—Un poco, si — siguió con mi juego —Pero está bien compartir. Como sea, Tom ¿Me prestas tu DVD? Queremos ver un película con Sam.

—Si está bien, está en mi escritorio — yo volví a sentarme para terminar mi cena — Y no te lleves nada más.

—No lo sé, si en el camino se me atraviesan un reproductor MP3, tal vez no lo resista.

Subió rápidamente la escalera

—¡Te lo advierto, Harry! — amenazó a lo que yo no pude evitar reír. Tom regresó su vista a mi — ¿Cómo quedó tu horario?

Yo saqué el horario de mi mochila y se lo extendí. El lo miró con detenimiento

—Bien, parece que te puedo llevar los martes y jueves y te puedo traer a casa los miércoles y viernes — extendió el horario de nuevo a mi.

—Eso sería fantástico. Gracias.

Tom había leído mi mente, al parecer no tuve que iniciar la conversación sobre esto. Lo cual me encantaba.

El se había tomado el tiempo de comprarme un obsequio y se había ofrecido llevarme los días que pudiera.

Este hombre era perfecto.