Parte 41

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|Tom|

Los días pasaban y si en algún momento hubo problemas en esta familia no quedan rastros de ellos.

Papá y May parecían estar muy bien con que todo el asunto de ________ y yo saliera a los cuatro vientos. Aunque si mantenían sus estrictas reglas.

Si nos tocaba lavar los platos de la cena, uno de los dos se quedaba cerca para vigilar que no termináramos haciendo algo indebido.

Si nos quedábamos hasta tarde mirando películas, a mitad de la noche, uno de los dos bajaba y esperaba a que entráramos a nuestras habitaciones.

A veces incluso dejaban la puerta medio abierta para que pudieran observar si alguno de los dos salía de su habitación en la noche.

Al final, debía encontrar algún plan de contingencia para esta situación. Por una parte me divertía, ya que Paddy y David se convirtieron el los soplones número uno de papá y May. Por otro lado, quería estar a solas con mi novia.

—Te apuesto cinco dólares a que girarán a la derecha y entrarán al motel.

Paré en el semáforo de siempre. íbamos juntos hacia la universidad, eran más o menos las 9:00am y el día prometía ser soleado.

—Bien, ¿Quiénes? — ella comenzó a buscar con la mirada y una sonrisa traviesa a quién podría referirme.

—Nosotros 

Ella me miró de inmediato con sorpresa en su rostro y luego soltó una risita.

—¿No es muy temprano para eso?

—¿Y desde cuando eso tiene horario? — ella se encogió de hombros — ¿Qué dices? Tienes dos minutos para pensar, el semáforo va a cambiar

—No puedo, quedé con Emma para terminar el trabajo, por eso te dije que saliéramos más temprano

—Le dices que tuviste un percance

—¿Si?, ¿qué? ¿una pija dura? — solté una carcajada

—Eso es importante, de sumo cuidado — ella negó con su cabeza divertida

—Estamos en finales — abucheé — Pero, te prometo que después te lo compensaré, ¿si?

—Bien — contesté arrancando el auto y pasando el semáforo. 

—Entonces... ¿Me das los cinco dólares?

...

—¿Recuerdas que para la obra vinieron personas importantes en el mundo del teatro, cine y la televisión? — asentí con mi cabeza mientras masticaba mi sándwich — Bueno, uno de ellos era Clark Mac-Millan

—¿Hablas en serio?

—¿Me ves riendo? ¡Hablo muy enserio! — dio un par de golpes con su puño en la mesa frenéticamente — Según escuché al señor le gustó tanto la obra que consideraría pensar en algunos de los que estuvimos para futuros proyectos en su teatro en Nueva York, ¿Cómo te quedó el ojo?

—Eso sería grandioso. ¿Lo imaginas? Mi cara en toda las carteleras de la ciudad. Sería un sueño hecho realidad.

—Afrodisíaco — comentó en burla Marcus — ¿Dónde lo escuchaste? — alzó una ceja

—Lo oí de unos directivos de la facultad mientras hacia mis horas de prácticas en la oficina de admisiones. El maestro Rossi estaba ahí, dijo que Mac-Millan le había pedido personalmente el contacto de algunos estudiantes.

Lucas y yo nos quedamos mirando hacia el frente como si ambos estuviéramos imaginando los mismo.

—Bueno, más nos vale dejar de soñar y mover nuestros traseros a clase. Johnson nos espera.

—Siempre aguafiestas.

|___|

Me bajé del metro y caminé a casa. Al entrar me encontré al cartero, así que me dio le correo directamente a mi.

Lo miré mientras caminaba hacia la entrada de casa, recibos, catálogos de May y me di cuenta que había una para Tom.

Dejé el correo encima de la mesa y me dirigí hacia la cocina para prepararme algo de comer.

David y Paddy llegaron de la escuela, pero se mantuvieron en su habitación jugando videojuegos.

Horas después Tom llegó a casa. Me saludó de un beso y se sentó conmigo en la sala.

—¿Qué tal tu dia? — me preguntó recostándose en mi hombro

—Creo que tendré un diez en mi calificación de Geometría descriptiva, ¿y el tuyo?

—Pudo estar mejor — Tom comenzó a dar pequeños besos en el cuello — ¿Quiénes están en casa?

—Paddy y David — Tom me miró travieso — Ni lo pienses

—Vamos, no se darán cuenta

—No, Tom. May les da tres dólares a cada uno para que les cuente todo lo que hacemos mientras ellos no están. Que días encontré a David intentando ocultarse debajo de mi cama, se lo toman muy personal.

Tom iba a decir algo pero el grito de Paddy nos interrumpió.

Paddy venía corriendo por las escaleras rápidamente y con cierta agitación.

—¡_______! ¡Ven rápido! David tiene algo

—¿De qué hablas? — me paré de inmediato del sofá y subí las escaleras. Tom venía detrás de mi.

Llegamos a la habitación de los chicos y me encontré con David sentado en el piso con la espalda recostada en la cama. Tenía la mano en su pecho y por le sonido pesado que salía de su boca podía percibir que le costaba respirar.

—¿Que pasó? — me acerqué a él. 

—No lo sé, estábamos jugando y comiendo los muffins que me dieron en la escuela.

Giré mi vista hacia el plato que estaba en el suelo y tomé uno de los muffins

—¿David comió esto? — Paddy asintió con su cabeza desesperadamente.

—¿Que sucede? — preguntó Tom detrás de mi

—David es alérgico a las nueces. Tenemos que llevarlo al hospital, ahora.

Tom tomó a David entre sus brazos y todos bajamos corriendo hacia el auto. Corrí hacia la puerta para abrirla y que Tom pudiera poner a David en la parte de atrás.

Me subí atrás con David, Tom encendió el auto y condujo lo más rápido posible hasta el hospital. El camino jamás me había parecido más largo.

Cuando llegamos unos enfermeros llevaron una camilla de inmediato y colocaron a David en ella. Lo llevaron a una sala dónde ya no se nos permitía el paso.

Miré a Tom y lo abracé con fuerza. El besó mi cabeza.

—Estará bien, descuida — dijo sin soltarme.

—Debo llamar a May — dije aún contra su pecho

A prueba de amor (Tom Holland y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora