Parte 31

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Después de la obra, las cosas se pusieron mejores. La obra había sido un éxito total, muchos directores de grandes teatros habían ido y nos habían hecho propuestas muy prometedoras para cuando acabáramos la carrera.

Aunque no sabía si era solo por cortesía o si en verdad era interés absoluto.

Como lo prometí, una vez la obra terminó no volví a hablar o acercarme a Miranda. Tampoco mencionábamos el beso cuando estábamos _________ y yo. Era un tema pasado y pisado.

El ciclo ya había acabado. Así que tampoco volví a ver a Jeannette en ninguna clase.

Las visitas nocturnas entre __________ y yo se hicieron menos frecuentes.

Ahora siempre estábamos precavidos sobre lo que pudiera pasar cuando estuviéramos en casa. A pesar de eso, nuestra relación iba muy bien.

Cada vez más seguro de que la quería.

|___|

—Escuché que papá quería llevar a May al Lee Valley para su aniversario. Será algo de fin de semana — dijo Tom acariciando mi pierna.

Estábamos en la sala de la casa, viendo una película.

—¿Si crees que lo haga? ¿Y que irán solos?

—Tal vez, podríamos quedarnos solos este fin de semana — me sonrió traviesamente

—¿Y si se convierte en una salida familiar? Conozco a May — apoyé mi brazo en el respaldar del sofá y sosteniéndome la cabeza con la mano

—Diremos que no podemos. Que tenemos cosas que hacer por la universidad

—El ciclo acaba de terminar. No creerán eso - dije con obviedad — Además. ¿Precisamente los dos, juntos? — pregunté con incredulidad - No suena nada probable — Tom torció su boca y recostó su espalda.

—Veré que se me ocurre — yo solté una risita y negué con mi cabeza.

...

—Tom, me llevaré el auto al trabajo — dijo Dominic bajando con cierto apuro — Tendrás que tomar el metro

—Está bien, no hay problema — Tom le lanzó las llaves y el las atrapó.

May se había ido temprano esta mañana por cuestiones del trabajo también. Paddy y David se habían ido a la escuela. Así que en el comedor solo nos encontrábamos Tom y yo. 

—Adiós — Dominic salió por la puerta. 

Tom aprovechó para acercarse a mi y besarme. Algo que seguí gustosamente.

—Aún tengo 40 minutos para llegar — dijo Tom — ¿Quieres subir a la habitación? — yo no pude evitar soltar una carcajada

—Sam sigue en la casa. Puede despertar en cualquier momento

—Que importa Sam — Tom atrapó mis labios otra vez.

—Olvide mi... — entró abruptamente a la casa Dominic, quién no pudo terminar la oración.

Tom y yo nos separamos de inmediato, aunque había sido en vano.

Dominic pudo vernos perfectamente. El papá de Tom tenía las cejas levantadas  y la boca entre abierta.

Tragué saliva pesadamente, de reojo miré a Tom y el estaba bastante tenso.

—Papá, puedo... — Dominic subió la mano, como en señal de que parara de hablar.

Tomó unos papeles que estaban en la mesa y salió de la casa.

Cuando lo hizo, solté una bocanada de aire. Había estado reteniendo el aire todo este tiempo.

Tom me miró y luego salió por la puerta detrás de su papá. Pude escuchar el auto arrancar y me fui hacia la ventana de la sala. Allí vi a Tom parado a la mitad de la acera.

Luego regresó de inmediato a la casa. No sabía que decir, y al parecer Tom tampoco, ya que no dijo nada por varios minutos.

Temimos tanto este momento que ahora que estaba sucediendo estábamos paralizados.

—¿Qué vamos a hacer? — pregunté. Creo que podía escuchar los latidos de mi corazón

—Hablaré con el

—Se lo dirá a May. May enloquecerá — dije sentándome en el sofá y poniendo las manos en mi cabeza.

Tom solo se acercó y me abrazó. Luego, tomó su mochila, la cual estaba en la mesa del comedor.

—Nos vemos en la noche — dijo para luego salir de la casa. 

Creo que iba a entrar en pánico. No quería estar en casa para cuando estuvieran aquí. Sería la tercera guerra mundial.

...

Apenas se fue poniendo el sol decidí salir de casa e irme a una cafetería cerca del vecindario. Sabía que en cualquier momento llegarían May y Dominic y no quería saber que pasaría luego.

Duré alrededor de tres horas y media en esa cafetería. Muy seguramente ya habría llegado Tom.

Dudé un momento, pero sabía que no podía dejarlo solo si algo estuviera pasando. Pagué la cuenta y salí de allí.

Caminaba lento y pensando en lo que haría al llegar a casa.

Una vez en la puerta, suspiré hondo y entré. Para mi sorpresa pero alivio al mismo tiempo, solo estaba Tom en la mesa del comedor.

—¿Dónde estabas? Creí que no tenías clases hoy — dijo un tanto irritado y quizá enojado.

—No quería estar en casa, fui a la cafetería a tree cuadras de aquí — Tom solo me miró con atención, aunque dudaba en si estaba poniéndome cuidado — ¿Que sucedió?

—Nada, papá no me quiso dirigir la palabra y subió a su habitación sin siquiera cenar

—¿Y May?

—Está con él en la habitación — suspiré en desesperación — Estaba muy desconcertada. Todos lo estaban, hasta David notó que algo andaba mal. Supongo que ya se lo dijo, no lo sé

—Las cosas se van a poner mal ¿no es así? 

—No estoy seguro

—Tom... — puse la mano en su hombro.

Antes de que pudiera decir cualquier cosa escuché como alguien bajaba por las escaleras.

Luego apareció May, quién al vernos frunció el ceño.

—Necesito hablar contigo — me miró seria — ¿Puedes dejarnos a solas? — dijo ahora mirando a Tom

—May, las cosas...

—Tom, por favor — May interrumpió.

El solo me miró y yo le hice un seña de que estaba bien. 

Luego subió por las escaleras.

May lo siguió con la mirada, para asegurarse que de verdad nos dejara solas. Yo temía por lo que pudiera pasar.

Temía por mi vida.

A prueba de amor (Tom Holland y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora