Parte 27

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|Tom|

A la mañana siguiente me desperté y miré mi reloj, 7:11am. Me levanté y salí de inmediato de mi habitación, me detuve en la puerta de ________, miré a mi alrededor para asegurarme de que nadie estuviera por ahí.

La abrí, afortunadamente ella no tenía el seguro puesto.

Entré y escuché la ducha, la puerta del baño estaba entre abierta, me acerqué y la vi.

Sonreí y empecé a quitarme la ropa, luego entré cuidadosamente y abrí la puerta de la ducha.

Ella se sobresaltó y soltó un pequeño grito, que intenté evitar poniendo mi mano en su boca.

—Shh, soy yo — dije haciendo que ella retrocediera y quedara con la espalda pegada a la pared de la ducha.

Luego quité mi mano de su boca lentamente.

—¿Qué crees que estás haciendo? — preguntó alarmada

—No pude esperar más — le di un beso — En serio, me enloqueces — Comencé a besarle el cuello

—Definitivamente estás demente — reprochó, aunque estaba dejándose llevar por mis besos — Pero no puedo — puso la mano en mi pecho, que ya estaba mojado por el agua de la ducha — Tengo que estar en la universidad en 40 minutos.

—¿40 minutos? Eso es más que suficiente — ella sonrió — Te llevaré, no te preocupes — regresé sus labios.

Ella me siguió con el beso y comenzamos a besarnos intensamente.

Sin más espera tomé una de sus piernas y la subí pegada a mi cadera, acomodé mi miembro y la penetré.

Ella soltó un gemido que intentó ahogar en mi hombro.

Yo seguí embistiéndola con una mano sosteniendo su pierna y la otra contra la pared.

La embestía de una manera rápida e intensa, esperando que el agua de la ducha fuera suficiente para distraer el ruido que provocaban nuestros gemidos y el sonido que generaba nuestros cuerpos al chocarse.

—Tom — la escuché gemir mi nombre muy cerca de mi oído, algo que me excitó mucho más, sus manos estaban aferradas a mi espalda mojada.

Después de un par de embestidas, ambos llegamos al orgasmo.

Nuestras respiraciones se escuchaban agitadas, casi como un eco en el baño. Nos separamos y juntos salimos del baño.

Ella comenzó a buscar ropa de su armario y luego echó su vista a su escritorio.

—20 minutos, no estuvo nada mal — dijo ella pícaramente mientras se ponía su ropa

—Eso sonó a un reto, puedo hacerlo mucho mejor — ella me miró con una ceja alzada

—Tendré que probar eso — se aceró a mi para darme un beso en los labios

—Es una promesa, lo sentirás —agarré su cintura. Ella soltó una risita y se separó de mi

—Llegaré tarde y tengo examen — dijo de nuevo para terminar de vestirse. 

Yo me puse mi ropa de dormir nuevamente y caminé hacia la puerta, la abrí, miré alrededor.

—Te espero abajo — le lancé un beso y cerré la puerta

Yo me regresé a mi habitación y busqué otra ropa para llevar a __________ a la universidad, yo tendría que ir hasta dentro de un par de horas.

...

Había llevado a _________ a la universidad y me había regresado a casa, tomé el desayuno que May había dejado para mi y lo comí.

Luego regresé a mi habitación y tomé el libreto de la obra. Esta sería en dos días y extrañamente no estaba tan ansioso. Después de unas horas, sentí mi celular vibrar.

Era el maestro Rossi, quería que empezáramos el ensayo más temprano, y quería saber si podía llegar más temprano de lo acordado.

Una vez colgué, tomé mis cosas, me subí al auto de papá y me dirigí a la universidad.

Caminé por el campus y llegué al teatro, había mucho ruido y varias personas llevando y trayendo cosas, de aquí para allá.

—Hola, Tom — saludó Rossi — Practicaremos la escena que falta, la del cementerio

—De acuerdo, me iré a poner el traje

Entré a los camerinos, me puse el traje un tanto incómodo y salí al escenario, ahí ya se encontraba Miranda, con su traje de campesina.

Comenzamos a practicar la escena, era simple, la madre de Emily había muerto y Nico iba a acompañar al cementerio, allí por primera vez se revelaban su amor.

La escena iba bastante bien, con los efectos de luz que hacían que el lugar se pusiera tenue y frio. Miranda se acercó a mi y continuó diciendo sus líneas. Al igual que yo.

Nos mirábamos a los ojos, mientras la música de efectos especiales complementaba la escena.

De un momento a otro, sentí los labios de Miranda sobre mi, algo que seguí con desconfianza.

—Bueno, eso no era parte del guion, pero siento que quedó muy bien — comentó desde los asientos del teatro.

Yo me separé de ella desconfiado.

Terminamos de practicar después de varias horas y yo me regresé a mi camerino para quitarme el vestuario.

Justo cuando iba saliendo me encontré a Miranda, sabía que querría hablar del beso, pero yo simplemente no quería hacerlo.

—Tom — me llamó — Yo me giré a ella — Quiero hablar contigo 

—¿Sobre qué?

—Sobre el beso, el beso que nos dimos — dijo ella con tono de obviedad

—No es necesario, no fue nada

—¿Estás seguro? Ese beso no era parte del libreto — aseguró — Lo seguiste al igual que yo

—Miranda, no quiero que lo tomes a mal pero si seguí ese beso fue porque no quería arruinar la escena. Fue solo actuación — la miré

Eso me hizo pensar en cómo se lo diría a ________, se volvería histérica si se entera.

—Tom, me gustas — se acercó — Y sé que querías ese beso tanto como yo. Acéptalo

Intenté decir algo pero ella se acercó a mis labios y volvió a besarme. Yo me alejé de inmediato.

—Lo lamento Miranda, no es así. Sabes que tengo novia

—¿Es por eso? ¿Por que tienes novia? No me importa, además no creo que te convenga mucho — la miré ahora enojado

 —No quiero hacer esta situación más incómoda, lamento si te hice entender otra cosa, por eso preferiría que ahora en adelante solo nos hablemos para cosas relacionadas con la obra.

—Ten cuidado como me tratas, recuerda que mi padre dirige la obra, y puedo decirle cualquier cosa y en cuestión de segundos tu quedarás fuera.

—¿Es una amenaza?

—Tómalo como quieras — me miró con furia.

Yo fruncí el ceño y me alejé de allí.

A prueba de amor (Tom Holland y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora