Parte 13

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Al día siguiente todos corrían por la casa, trayendo los trajes de la tintorería, haciendo las últimas llamadas para la recepción, la comida, los invitados, la casa estaba particularmente en un desastre, pero eran de esos desastres agradables que te daban un ambiente familiar.

—¡Aleja esa cosa de mi! — fue lo primero que escuché al bajar al primer piso — David, te lo advierto — David traía en sus manos una rana que maliciosamente acercaba a _________, quién intentaba tomar su desayuno

—Es solo una ranita — dijo David — La llamaré Rodrigo

—No vas a tener esa cosa en la casa —amenazó — Devuélvela a dónde la encontraste, quién sabe cuántos gérmenes tendrá — No pude evitar soltar una risa al escucharla.

Ella puso su vista en mi y yo sólo caminé para servir mi desayuno

—No lo voy a hacer. Necesita un hogar — se defendió David, poniéndola de nuevo en el rostro de ________

—¡Intento desayunar! — se quejó alejando su rostro

—Necesita estar en su habitad natural — comenté dando un sorbo de café — No están hechas para que las pongas en una caja de vidrio. Puedes regresar a Rodrigo al lago e irlo a visitar cuando quieras. Así estará más feliz — David me miró torciendo su boca 

—Está bien. Lo haré — salió por la puerta de la cocina

—Gracias — me agradeció — Quiere volverme loca. Cualquier cosa que se arrastre lo quiere de mascota — Yo solté una leve risita.

Ambos nos quedamos viendo fijamente por unos minutos

—Ay, ya bésense — dijo Sam divertido, aún tenía su cabello despeinado y su ropa de pijama. Ella rodeó los ojos.

Todos desayunamos y nos quedamos en la sala viendo películas de cualquier tipo. Después de un tiempo, Harry se nos unió.

—Creo que ya llegó el tonto de Max —dijo Harry mirando por la ventana. Todos nos levantamos a mirar

—Lindo auto — dijo ________

—¿Por qué la debilidad de las mujeres son los tontos con lindos autos? — pregunté divertido

—Solo dije que era un lindo auto, no que quiero con él

Sam abrió la puerta antes de que Max tocara y entró con un bolso en su espalda y unas gafas de sol

—Mis primos favoritos — dijo al entrar, dándonos un abrazo a cada uno, luego fijó su vista en _________ — Oh, pero ¿Quién es esta hermosura? — se  quitó los lentes

—Ni lo intentes, está fuera de tu alcance — dijo Harry

—_________ — ella estrechó su mano

—Un placer, Maxwell, pero puedes decirme Max o cariño, como prefieras — le guiñó un ojo, a lo que yo rodeé mis ojos — ¿Dónde está el tío Dom? Quiero felicitarlo

—Tuvo que ir a la oficina, pero debe llegar más tarde — contesté — Puedes ir a dejar tu maleta en mi habitación, dormirás ahí

—Bien, creo tomaré una ducha — fijó su vista a _________ — Sólo para que sepas — sonrió.

Ella solo levantó sus cejas y negó con su cabeza.

|___|

Max era todo un casanova, era lindo pero definitivamente no era mi tipo, me recordaba un poco a Jack, lo cual no apreciaba mucho.

Era divertido ver la cara de Tom cada vez que se insinuaba y la forma en la que lo miraba cada vez que abría la boca para hablar sobre cualquier cosa. Max se quedó hablando un rato en el comedor, contando sus aventuras y luego subió las escaleras. Yo hice lo mismo.

Cuando entré a mi habitación me encontré con que ahí estaba Max, mirando por mi escritorio, yo carraspeé la garganta. El se giró y me sonrió

—Lo siento, se supone que este es el cuarto de Tom. O eso recordaba

—Ahora es el mío. El de Tom es la segunda puerta — dije desde la puerta, luego le hice un espacio para que entendiera que debía salir.

El agarró su bolso de nuevo y salió, a lo que yo cerré la puerta tras de mi.

...

—¿Ahora que haces, Max? — preguntó Dominic, todos estábamos en la mesa, cenando

—Decidí continuar con el negocio de papá. Por cierto, les pide disculpas por no poder asistir, pero su nueva esposa estará dando a luz pronto.

—Lo entendemos — dijo May — No te preocupes

—¿Qué tal tu relación con ella? — preguntó Dominic

—Muy bien, es una buena mujer. Es joven pero ama a mi padre. Así que estoy feliz por el.

La cena transcurrió así, hablando de Max y de su padre, su esposa, quién solo tenía 4 años más que yo, sin duda debía ser extraño para el, su madrastra podría ser como una hermana o una novia.

No me sorprende el hecho de que el sea así, tan abierto y entusiasta. Los hijos no tenemos poder sobre la decisión de los padres.

Me quedé lavando los platos y Tom me ayudaba secándolos.

—No es tan malo como lo describiste — le dije sin mirarlo — En serio, comienzo a creer que en realidad perdiste a tu Woody y no que el se lo robó

—Llevas menos de un día conociéndolo. Respétame — dijo Tom tratando de sonar ofendido. Yo entrecerré los ojos y luego solté una risita.

Mis manos estaban enjabonadas, así que cuando quise tomar un plato este se resbaló, pero Tom vio la situación y deprisa lo tomó, mis manos quedaron juntas con las de él, estábamos bastante cerca, nos miramos a los ojos

—¿Interrumpo algo? — Max apareció, mirándonos divertido. Yo me separé de Tom y lavé mis manos.

—Para nada — carraspeé mi garganta — Buenas noches —  salí de la cocina.

Me sentí incómoda, la cercanía con Tom estaba poniéndome incómoda, nerviosa, sus ojos, cielos, sus ojos. Cada vez que me miraba me hacía sentir mariposas en el estómago.

|Tom|

Maldito Max y maldita su forma de aparecerse en los momentos menos indicados. No digo que íbamos a besarnos, aunque me muriera por dentro. Su forma al estar cerca de mi, como  me miraba a los ojos, como si ella también lo quisiera.

—Parece que a ti si te interrumpí — me miró con una ceja alzada.

—No sé de que hablas — dejé todo en su sitio y subí por las escaleras, Max se fue detrás mi.

Entramos a mi habitación y el se tiró encima de mi cama

—¿Qué crees que haces? — pregunté — Tu dormirás en el sofá-cama de allí

—Esa no es forma de tratar a las visitas. Además, tengo problemas de espalda — se levantó y empezó a cambiarse su ropa

—Eso no es cierto, no tienes problemas de nada

Después de insistirle en vano, me puse la ropa de dormir y me acomodé en el sofá-cama. Como todo un perdedor.

—¿Sabes? Te admiro, viejo — dijo — Viviendo con ese bombón, yo no sé cuánto hubiera resistido sin intentar algo con ella ¿Si me entiendes?

—Eso es porque eres un degenerado — dije aún con mi vista en el techo

—No me digas que no has fantaseado con ella

—No — fruncí el ceño

—O al menos te has hecho una en su nombre — continuó

—Eres repugnante. Ya cállate, quiero dormir — me giré para acomodarme mejor y darle la espalda.

A prueba de amor (Tom Holland y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora