Emmelie
Presente
Es como en esos momentos decisivos en que sabes que una elección cambiará el curso de las cosas completamente. Nunca pensé que eso fuera cierto, pero ahora, justo ahora, sentía que era una de esas extrañas ocasiones. Sabía que acercarme podría empeorar todo o tal vez darnos una oportunidad.
Era la segunda fiesta en la que lo encontraba, aunque estaba vez estaba muy sobria por lo que pude seguirle cuando desapareció de mi vista con dirección a la azotea del edificio.
Oía la música house quedarse atrás conforme caminaba rumbo a su silueta oscura en contraste con las luces brillantes de los edificios de Nueva York. Tenía puesta la misma cazadora de cuero que llevaba cuando lo conocí, pero esta vez faltaba el cigarro en sus labios, hacía mucho que había dejado de fumar.
Mis ojos ardían con lágrimas contenidas porque era tan difícil para mí verlo otra vez, saber que quisiera o no, él era parte de mi vida de nuevo. Porque había luchado por estar aquí con uñas y dientes. Había hecho demasiado y no iba a dejar que las viejas heridas del pasado me hicieran renunciar a los sueños por los que tanto había peleado.
—¿Qué haces aquí? —preguntó con su voz profunda, sin mirarme.
—Me dijeron que había una azotea. Siento curiosidad por las azoteas, ¿sabes? —respondí con simplicidad sin dejarme amilanar por su postura intimidatoria y fría.
Siguió sin mirarme, no se atrevía a hacerlo. Suspiré y decidí ir al grano.
—No tenemos que fingir que no nos conocemos de nada, Carlos. El pasado... —paré un momento antes de continuar— es pasado.
Y luego, tan rápido que mi cerebro apenas pudo registrarlo, él se dio la vuelta como un vendaval y en menos de cinco segundos estaba a mi lado. Tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo abrazando el mío y su respiración en mi oído.
—¿Ah sí? Pues yo te desconozco completamente, Lie —su tono era de fría diversión y utilizó las últimas de letras de mi nombre de forma que no tenía nada que ver con mi nombre. "Lie" significa mentira en inglés.
Ni siquiera me fijé en que ya se había ido. Me quedé observando atentamente la Luna, tratando de recordar cuándo fue que las cosas cambiaron tanto. Intentado mantener mi corazón entero. Y cuando por fin reconocí la verdad de una vez por todas, no pude evitar quedarme sin respiración.
Seguía enamorada de él, a pesar del daño que me hizo. A pesar de haberle herido de la peor forma posible.
Y de ahora en adelante tendría que lidiar con el hecho de que él ya no quería tener nada que ver conmigo de nuevo.
Porque yo ya huí la primera vez y no tenía derecho a pedirle que se quedara.
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Somos tú y yo | 2 |
Teen Fiction🏆 Finalista de los Wattys 2021🏆 "Si al principio la idea no es absurda, entonces no hay esperanza para ella." Emmelie es una chica dulce e impulsiva, y a menudo pensaba que jamás conocería a alguien que la entendiera. Carlos es tranquilo y tiene u...