Capítulo 33.

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B A S H.

Al fin había terminado mi jornada de hoy en el laboratorio y aunque por ahora solo nos concentrábamos en mejorar algunos prototipos de proyectos antiguos nos tomaba bastante tiempo, pero para mi suerte hoy podría cenar con mis chicas porque apenas eran las 7:34pm.

Hoy era sábado así que probablemente entre mañana y el lunes tendría mi cita terapéutica. Debido al nacimiento de Kaunis hace un año y medio, las terapias con Almeida las había hecho vía online, para así ahorrarme un viaje que me tomaría horas, además no podía permitirme alterar demasiado mi horario debido a mi trabajo. El loquero estaba feliz de ver como todo en mi vida se estaba acomodando, me felicitó varias veces en su momento por mi reciente paternidad y mi estabilidad laboral, secretamente yo también estaba orgulloso de haber logrado llegar a este nivel de vida donde me sentía pleno y feliz. Era cierto que supuestamente era solo un año de seguimiento y terapia para cumplir con el programa, pero al darme cuenta de que hablar con el loquero me ayudaba y que había tenido notables mejoras debido a las terapias, le pedí seguirlas y por ello destinaba una parte de mi sueldo para eso.

―¿Bash, vienes a la cafetería?, unos cuantos cenaremos allí ―propuso uno de mis compañeros de trabajo

―No, gracias, iré a mi casa ―asentí despidiéndome y salí del edificio sonriente de poder ir a mi casa, pero al llegar a mi auto mi sonrisa se esfumó en segundos ―¿Qué haces aquí, Javier? ―pregunté cruzándome de brazos

―Vine a ver tu nuevo trabajo ―sonrió cínicamente y suspiré abriendo la puerta del auto y dejando mi mochila y papeles de la oficina dentro

―Mira, no tengo ganas de discutir, por consecuente no tengo ganas de hablar contigo, sigue con tu vida como yo lo hice ―sin verlo venir golpeó mi pómulo haciendo girar mi rostro ―¡¿Qué mierda te pasa?! ―lo empujé por el pecho alejándolo de mí ―¡No puedes irrumpir en mi vida cada vez que trato de avanzar!, ¡Simplemente no puedes, Javier!, ¡No es mi maldita culpa que tú te quieras revolcar en el pasado, a mí ya no vas a joderme!, ¡Tengo una familia que cuidar y te aseguro que tú no vas a hacerme decaer!, ¡Suficiente tuve todos estos años, no te voy a dar lo que quieres!, ¡Entiéndelo!

―¡¿Cómo puedes olvidarte de tu madre?! ―me empujó ―¡¿De tu hermana?!, ¡Tú las mataste, maldito cabrón! ―me empujó de nuevo, sentí una punzada de dolor en mi pecho ―¡Me quitaste todo lo que tenía en la vida, éramos una familia y tú la destruiste!, ¡Mi esposa, mi hija y yo te amábamos y las mataste!, ¡Eres un hijo de...-

―¡No! ―bramé por encima de su voz deteniendo sus manos al ver que tenía intenciones de empujarme nuevamente y alejándolas de mí―¡No vas a meterme eso en la cabeza! ―bramé ―¡Tampoco voy a permitirte que me culpes de algo que no fue mi responsabilidad!, ¡Lo ocurrido en el auto con Lana fue un puto accidente, donde yo también pude morir!, ¡Casi lo hago!, ¡Pero solo eres capaz de tirarme mierda, sin pensar en que yo también sufrí!, ¡En que yo también sufro por ellas!, ¡En que las extraño tanto o más que tú! ―sentí mi respiración agitarse ―¡Mamá se suicidó! ―añadí conteniendo las lágrimas en mis ojos, él no iba a verme vulnerable

»―¡No pudo con lo de Lana y tu constante rechazo y prefirió irse con ella! ―me miraba con rabia acumulada y en ese momento verdaderamente no me importó ―¡Me dejaste solo!, ¡Solo, Javier!, ¡Aun cuando yo te daba mi apoyo nunca recibí nada de tu parte, nunca estuviste para mí!, ¡Te olvidaste de que tenías un hijo y me convertiste en el objetivo de tus maltratos!, ¡Me quedé solo por tu culpa!, ¡Por tu maldita mala elección! ―por mucho que busqué no encontré remordimiento en su mirada, solo rencor y odio ―¡No te daré el gusto de verme mal de nuevo!, ¡No voy a permitirte ni que me golpees, ni me ofendas! ―solté con el pecho subiendo y bajando desesperado

Mi única razón para vivir {R. #1}✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora