❝A horrible liar.❞
Cayó un relámpago, esa fue la señal que recibió la orden acerca del paradero de Harry Potter, dejando al aire una sola cosa: todo estaba por terminar. El castillo al que Nina Black consideró su refugio por tanto tiempo estaba frente a sus ojos, tan majestuoso como la primera vez que lo vio, tan majestuoso como lo describían pero que ahora solo aguardaba algo que nadie estaba seguro de cómo iba a terminar.
El frío viento golpeó a Nina mientras caminaba hacia donde el resto de la orden se encontraba, las miradas se posaron en ella y estaba segura que si no fuera porque no era el mejor momento Remus Lupin habría empezado a regañarla, pero en su lugar solo le dio una suave sonrisa más igual susurró una advertencia sobre la conversación que tendrían. Nina devolvió la sonrisa y asintió.
Las puertas del gran comedor se abrieron mostrando un grupo de estudiantes y a Harry enfrentando a Severus Snape, muy para el descontento de Nina quien sabía la verdad tras la muerte de Albus Dumbledore a manos de Snape, una verdad que el mismo director le hizo prometer no revelar hasta que el tiempo fuera correcto. El castillo seguía siendo custodiado por quienes estaban a favor de todo este caos y destrucción, pero fue la pelea de hechizos con Minerva quien lo terminó todo al echar al actual director del lugar, provocando que un rápido festejo se alzara entre los estudiantes pues minutos después unos gritos y la voz de Lord Voldemort irrumpieron la corta alegría que llegó a los presentes.
Las manos de Nina taparon sus oídos, no ante la voz del hombre si no ante la horda de voces que resonaron en su cabeza, un gemido de dolor salió de entre sus labios hasta que sintió unas manos en sus hombros atrayendo su atención hacia los ojos de uno de los tantos pelirrojos, Bill Weasley rápidamente quitó sus manos ante la mirada en los ojos de la menor, no quería incomodarla y dio unos pasos para darle su espacio.
— ¿Estás bien? —preguntó y Nina asintió con suavidad, pero Bill no necesitaba refutar aquella afirmación, era una mentira completa, pero sabía que ella no estaba en las condiciones para que alguien dijera algo, así que solo asintió con su cabeza.
— ¡Nina! —la nombrada desvío la mirada de Bill Weasley y la enfocó en la figura de su hermano corriendo hacia ella, al abrazarla pudo sentir un sollozo provenir de él, pero Tyler también pudo sentirla ponerse tensa ante el tacto, los brazos de ella no lo rodearon hasta segundos después cuando él estaba por separarse.
— Estoy bien, estoy aquí.
— Eres una mentirosa, una horrible mentirosa. —murmuró y Nina sonrió aferrándose más a él, ignorando la incomodidad que sentía recorriendo por su cuerpo.
— Lo sé, lo siento.
— ¿Estaremos bien? —preguntó mientras se separaba y la miraba con los ojos brillando a causa de las lágrimas que estaba conteniendo, pero había algo más que estos reflejaban algo que Nina ya no sentía: miedo.
— Siempre lo estamos.
— No suenas muy sincera.
— Está en nuestros genes. —bromeó, pero Tyler la empujó y rodó los ojos, acusándola con una de sus manos.
— Ni siquiera somos hermanos de sangre.
— Que aburrido eres. —murmuró antes de poner su mano sobre su cabeza y dejar una caricia, Tyler no quería saber que era lo que pasó con su hermana, que fue lo que la llevó a ser la persona que estaba delante, sin embargo, detrás de la persona que se mostraba frente todavía podía sentir la calidez que Nina siempre le daba incluso con un gesto como el que hizo. Ninguno de ellos sabía si estarían bien, pero Tyler rogó a cualquiera que pudiera escucharlo ahí arriba que su hermana estuviera bien.
Lentamente los pasillos del colegio se llenaron de estudiantes que se quedarían o bien irían junto a los alumnos de primero y segundo año a un lugar seguro, no todos querían pelear, pero no era malo, habían aprendido que tener miedo era algo normal, porque incluso quienes los superaban en edad y conocimientos también lo tenían.
Poco a poco ciertos sectores en el castillo se quedaron vacíos, Nina giró en uno de los pasillos solo para golpearse contra el pecho de alguien y alzar su varita con rapidez ante el contacto, era un reflejo, pero lentamente su mano descendió al ver entre la poca luz un rostro familiar.
— Fred...
— ¿Acaso soy invisible? —cuestionó George Weasley al verse ignorado, Nina se rio con suavidad logrando que ambos pelirrojos sintieran alivio al escucharla reír después de tanto tiempo, pero era una risa que no alcanzaba para hacer que sus ojos brillaran con la misma intensidad de antes.
— ¿Escuchaste algo? —preguntó hacia Fred quien con una sonrisa negó con la cabeza. El trío sonrió ante el rápido flashback cargado de recuerdos que llegó a sus cabezas con una acción tan simple como esa.
En otra ocasión seguramente George habría respondido con indignación y Nina habría seguido ignorando al pelirrojo mientras tomaba del brazo a Fred y seguían caminando hacia otro lugar, pero en su lugar George sintió la mano de Nina tomar la suya y apretarla en el proceso, el pelirrojo notó el ligero temblar de su mano ante el contacto, ambos hermanos vieron sus manos entrelazadas con las de ellas.
— No hagan nada estúpido, por favor. —susurró en modo de súplica, una que llegó a los oídos de los gemelos.
— Eso deberíamos decirlo nosotros. —molestó George mientras apretaba su mano y la dejaba ir lentamente, su rostro tenía una sonrisa, pero solo quería ocultar el miedo de tener que soltar esa mano— La única estúpida aquí eres tú.
— ¿Creí que era la inteligente en esta amistad?
— Ya no más. —se burló nuevamente dejando una palmaditas en su cabeza, a lo lejos la voz de Arthur Weasley llamando a los gemelos interrumpió el ambiente.
— Lo decía en serio, no hagan nada estúpido. —dijo nuevamente y ambos asintieron, George se alejó, pero Nina no soltó la mano de Fred, al contrario, se aferró a ella unos minutos más— Fred yo...
— Lo sé, ten cuidado.
La mano de Nina se sintió fría una vez que la calidez que desprendía la piel de Fred se esfumó, había tantas cosas que quería decirle, pero no era el momento, así que solo lo dejó irse junto a su gemelo y padre mientras ella se quedaba en el silencio del pasillo observando como una capa cubría el colegio, una que sabía que se rompería.
Lo había visto, pudo ver las luces de los hechizos golpear aquella capa, vio el principio de un final que ni ella conocía, ¿Cuántas cosas pudo ver sobre este momento que ni recordaba que lo sabía? Se preguntó mientras veía los hechizos comenzar a romper la única protección que tenían, sin embargo, había algo que si conocía: la muerte siempre estuvo presente en cualquiera de sus visiones.
No importaba si era aquella escena, la pared cayendo, las manos llenas de sangre de un hombre, todas terminaban con la sensación de muerte y por mucho que quisiera evitar la muerte de quienes iban a arriesgar su vida, no podía hacerlo, porque era cierto, Nina era solo un humano, no era una especie de héroe que podía salvarlos, porque lamentablemente hasta aquellos héroes que los muggles admiraban perdían personas.
Al caer la protección todo lo que cada persona dentro del castillo sintió como su lugar seguro comenzó a caer en escombros y llamas, entre cuerpos de quienes defendían lo correcto, Nina vio con sus propios ojos como los pasillos por los que corrió junto a sus amigos se quedaban en nada, cada recuerdo feliz parecía irse destruyendo con cada pared que caía, sus piernas ya no corrían para evitar el ser atrapada luego de una broma, sus piernas corrían para evitar que algún hechizo o escombro cayera sobre ella, sus piernas se movían para evitar que otra persona cayera al suelo sin vida.
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Silhouette [3] ➳ Fred Weasley
Fanfiction❝Nada de lo que haga es suficiente.❞ Fred Weasley Fanfic Las reliquias de la muerte Todos los derechos reservados © 2021