Silhouette [3] ➳ Fred Weasley

v. xxii

❝I wouldn't be able to leave you.❞

Escuchar que Harry Potter murió fue un duro golpe para todos, la única esperanza de que todo esto terminara dejó este mundo, Voldemort vio la victoria frente a sus ojos cuando su cuerpo cayó sin vida en el bosque, la expresión en el rostro de cada una de las personas que estaban detrás de aquel hombre les dijo a todos que ganaron, que todo lo que lo hicieron no fue en vano, más había una persona que cruzó miradas con el causante de todo esto y sonrió mientras pronunciaba las mismas palabras que dijo cuando la tenían bajo sus manos.

Una vez que las palabras vas a morir salieron de la boca de la vidente el cuerpo de Harry Potter cayó de los brazos de Hagrid muy para la molestia y temor de los mortífagos y el mismo Lord Voldemort, poco a poco quienes parecían temer del resultado de que Potter siguiera vivo huyeron del lugar dejando al resto enfrentarse a quienes todavía tenían una razón para luchar porque ciertamente todavía tenían muchas razones por las que valía la pena arriesgarse un poco más.

Quienes decidieron pelear junto a Voldemort poco a poco iban cayendo o escapando, el sonido de los hechizos ser lanzados y otros sonidos externos era lo único que se percibía dentro del castillo, ahora todo se debatía en darle el tiempo suficiente para que pudieran matar a la serpiente y Harry se encargara de Voldemort.

Era un ambiente tenso para todos, pero fue tan solo cuando vieron a la serpiente ser cortada a la mitad por la espada de Godric Gryffindor que Neville llevaba qué todo en realidad terminó, el silencio luego del hechizo que Harry Potter lanzó hacia el señor oscuro fue roto por los suspiros de alivio de todos.

Todo terminó y Harry Potter solo pudo pensar en las palabras que Nina le dijo antes de que fuera hacia el bosque, porque independiente de las cosas terribles que sucedieron todo terminó bien, incluso si quedaban heridas que iban a tardar en sanar.

— ¿Por qué me lo dices? —preguntó Tyler hacia su hermana, quien sonrió a medias mientras veía el cielo.

— Porque eres mi hermano y no quiero que pienses que voy a dejarte solo.

— Creo que es la primera vez que lo pienso. —susurró antes de echarse a llorar— No pude decirle adiós o agradecerle por hacerme su hijo, mamá... ella solo se fue.

— Tyler...

— No me dejes. —susurró, Nina lo abrazó.

— No sería capaz de dejarte, pero esto es algo que tengo que hacer.

— ¿Volverás? Y-yo... No podría...

— No voy a dejarte, todo terminó, ya no hay nadie detrás de mí, ni de ti, somos libres ahora.

─ ✦ ─

Las manos de Nina tocaron el árbol frente a ella antes de dejarse caer en el césped dejando que los rayos del sol tocaran su piel, era un calor que extrañó sentir.

— ¿Qué haces aquí? —la mirada Nina se enfocó en la figura de su amigo caminar hacia ella— Fred te está buscando.

— George, tengo que irme.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Necesito alejarme un tiempo, yo... No puedo, no sé qué... —George entonces ya no vio a la Nina que hace unas horas llegó con la mirada fría y dándole poca importancia a lo que sucedió con ella, parecía como si aquella fachada que tuvo todo ese tiempo por fin se hubiese roto y tuviera el lado más humano que la caracterizaba.

George no podía ser egoísta, no podía decirle que se quedara porque no sabía que era por lo que pasó, jamás sabría qué fue lo que vio en su cabeza, lo que hicieron con ella cuando la atraparon, no podía ser egoísta, no con ella, entendió que lo mejor era dejarla ir cuando vio cómo se alejaba cuando alguien intentaba acercarse.

— Y-yo...

— E-está bien. —interrumpió Nina al darse cuenta de cómo George reaccionó cuando puso distancia entre ellos— ¿Podrías decirles?

— Se van a molestar.

— Ya lo están, él lo está, no lo dice, pero ambos sabemos que lo está. —susurró.

— Él jamás podría estar enojado contigo, es solo que... —tiempo, su propio hermano también necesitaba tiempo, George suspiró y extendió la mano esperando que ella la tome, y así fue— Lamento no pode haber hecho más.

— Fue suficiente con que estuvieras aquí. —la mano de Nina ejerció presión en la de él— Gracias por ser mi amigo.

— No te despidas, vas a volver.

Nina asintió y dejó ir la mano de George quien asintió con la cabeza dejándole entender que estaba bien irse, incluso si él no quería que se marchara. Nina se alejó unos pasos y desapareció frente a los ojos llenos de lágrimas de George.

Intentó ser fuerte los pocos segundos que vio a Nina, pero no podía serlo más, incluso para alguien que solo vio la crueldad desde otra perspectiva seguía siendo duro el ver cómo todo terminó, pero no podía ponerse en los zapatos de ella y decir que todo estaba bien porque ciertamente sabía que ella era quien peor lo pasó desde el regreso de Lord Voldemort, incluso desde mucho antes de eso.

Las voces en su cabeza y las imágenes la consumieron desde muy pequeña, el rechazo de quienes debían darle apoyo, la perdida de quienes amaba, George sabía que Nina era fuerte, pero siempre hay un punto de quiebre y se odiaba por haberla dejado sola, por haberse creído cada una de las palabras que decía.

Nina Black entonces se convirtió en unas las personas a las que le habría gustado decir mucho más de lo que dijo, compartir mucho más de lo que compartió pero que solo se quedó en una de las cosas que tanto le habría encantado cambiar, sin embargo, quienes escucharon de George lo que ella dijo también estuvieron ahí pensando en todo lo que les habría gustado decirle o haber hecho.

Porque incluso si Fred, George o Caitlin vieron lo rota que estaba no pudieron hacer mucho para rehacer cada pedazo que se perdió en el proceso de dolor, más algo se quedó con ellos cuando Harry Potter se acercó y era que no importaba lo que hubiesen hecho, Nina siempre iba a elegir lo más seguro para ella y eso era el no lastimar a nadie más, no herirlos con los pedazos rotos que se formaron.

— Estará bien, es Nina, odio decirlo, pero si hay alguien que puede levantarse y seguir siendo una perra es ella. —murmuró Caitlin mientras recargaba su cabeza en el hombro de George.

— No podíamos hacer nada, ¿cierto?

— Nosotros no, pero él probablemente sí. —mencionó mientras señalaba con su cabeza a dónde estaban Fred y Tyler.

La cabeza de Fred asintió suavemente ante las palabras del hermano de Nina, el pelirrojo la estuvo buscando con desesperación luego de que todo hubiese terminado, no encontrarla le hizo perder la cabeza al imaginarse lo peor, pero la presencia calmada de Tyler le hizo darse cuenta de que cualquier pensamiento negativo fue producto del miedo a perderla.

Fred tenía que aceptar que las heridas que Nina tenía ni siquiera él podía sanarlas, quería darle su tiempo, quería tener de nuevo a la chica de sonrisa despreocupada nuevamente en su vida, incluso si eso implicaba dejarla ir porque al final de todo ambos iban a volver a juntarse en algún punto.

Fred Weasley y Nina Black siempre iban a encontrar su camino de regreso al otro.