❝To the boy who always loved.❞
Ezra McGrath habría querido decir que ver a Nina alejarse aquella tarde de invierno no le dolió, así como también habría querido tomar de su muñeca y besarla para luego decirle todo lo que sentía, todo eso que guardaba, pero solo se quedó ahí en medio del pasillo viéndola irse poco a poco hasta desaparecer, era una contradicción sobre lo que habría querido hacer y lo que sucedió, porque quizás si la hubiese detenido todo sería diferente.
Si tan solo hubiese tomado de su mano aquella tarde. Ezra quería hacer muchas cosas con Nina, quería darle toda una vida llena de las sonrisas y risas que su familia le quitó, la paz que necesitaba cuando aquellas voces hablaban, quería darle todo el amor que se merecía, quería darle el mundo, sin embargo, cuando aquella tarde no tomó de su mano también le dio todo eso, no directamente, pero lo hizo.
Desde lejos vio la sonrisa y risa que provocaba Fred Weasley luego de las vacaciones de navidad, él le dio la paz que necesitaba cuando las voces hablaban, él le daba el amor que Nina merecía, incluso estaba seguro que Fred sería capaz de entregarle el mundo si pudiera, Ezra no podía ser egoísta cuando veía el rostro de Nina con una sonrisa.
Ezra McGrath era la prueba de que poseía el corazón más puro de todos, pero él estaba seguro de que Nina le habría dicho que era el estúpido más grande que alguna vez habitó el planeta tierra, de hecho, Ezra estaba seguro que Nina habría hecho muchas cosas, entre ellas muy probablemente golpearlo e insultarlo, algo que quizás no era una novedad pero que definitivamente se merecía.
Entonces todos supieron que quizás Ezra no solo tenía el corazón más puro, sino que también tenía el amor más sincero y puro, porque desde el momento en que se metió en la cabeza de la vidente supo que ella merecía ser feliz, pero él no podía hacerla feliz, porque incluso si hubiera tomado de su muñeca lo que vio en la cabeza de ella la habría roto.
El nombre de Fred Weasley resonó en el pasillo donde una pared acababa de caer, todos se quedaron quietos en su lugar, parecía como si todo se hubiese quedado en silencio, muy probablemente porque ninguno estaba listo para enfrentar lo que pasaba, Nina sintió las lágrimas caer por sus mejillas, mientras negaba con la cabeza, sus piernas se movieron con lentitud a través de la cortina de humo que provocó la caída, una pila de piedras fue lo que vio, su cuerpo cayó al suelo ante la imagen de la mano de una persona y una varita saliendo de entre los escombros.
─ ✦ ─
Cuando el trío de oro entró al gran comedor no pudieron evitar sentir un nudo en la garganta ante la escena frente a ellos; estudiantes heridos y los cuerpos de quienes dieron su vida por una buena causa. Eran imágenes que no querían tener en su cabeza, puesto que cada persona ahí compartió de alguna manera con aquel trio.
Las risas que una vez inundaron al lugar ya no existían, solo eran un fantasma de sus memorias que poco a poco iba siendo reemplazada por el sentimiento de nostalgia y el sonido de sollozos.
Los amigos siguieron caminando hasta que se percataron del grupo de pelirrojos abrazados mientras dejaban caer lagrimas silenciosas, Ron sintió su mundo romperse mientras caminaba hacia ellos, su cerebro parecía haberse apagado ante la idea de que alguno haya muerto pero la imagen cambió completamente cuando al llegar a la única persona que vio recostada en el frío y sucio suelo fue a Ezra McGrath mientras su madre rompía en llanto sobre él.
El padre del pelirrojo fue quien tuvo que explicar que el muchacho que una vez perteneció a la casa de las serpientes puso su vida por sobre la de Fred, siendo él quien terminara bajo los escombros de la pared que cayó, Hermione Granger colocó su mano sobre su boca luego de escuchar lo que sucedió, su mirada se desvío de la escena, pero no servía de mucho cuando todo el gran comedor estaba rodeado del mismo escenario.
Esa fue la razón por la cual Nina Black no se encontraba ahí, fue demasiado dolor el tener que ver cómo Ezra era aplastado por aquellas piedras como para tener que luego enfrentarse a la imagen de Remus Lupin y Nymphadora Tonks acostados en el mismo suelo que Ezra, los tres sin vida en un suelo polvoriento mientras alguien ahí afuera no sentía ni el más mínimo remordimiento por lo que estaba causando.
Lo odiaba, odiaba con todo su corazón a Lord Voldemort, porque él fue el único culpable de que todas las personas que ella amaba ahora mismo estuvieran muertas, perdió a tantas personas en tan poco tiempo, no iban a haber más risas con Ezra y Luca, no vería la sonrisa que tenía Caitlin cuando veía Luca, tampoco escucharía las quejas y burlas entre Remus y su madre, jamás tuvo el tiempo para reír lo suficiente con Cedric o abrazar a Sirius, el pequeño Teddy Lupin crecería sin el amor que sus padres querían darle.
Nina sabía que llorar no iba a traerlos de regreso, tampoco iba a aliviar el dolor y odio que sentía en ese momento, pero aun así se permitió derramar las lágrimas que creía secas por unos minutos antes de caminar por los destruidos pasillos cargados de recuerdos de las personas que ya no estaban ahí.
Sin embargo, cuando su mirada se topó con la de Harry Potter cada situación que pasaba por su cabeza se esfumó.
— ¿Irás con él? —preguntó dando unos pasos hacia donde él estaba.
— No tengo otra opción. —susurró— ¿Sabías que esto pasaría?
— No todo, había hablado con Remus sobre una posibilidad de que algo como esto pasara, él dijo que debía hacerme a la idea de que no podría salvar a todos y que tenía que aceptar que ciertas personas tenían que morir, pero...
— ¿Es difícil?
— Eres quien más podría entender lo que siento. —dijo con una suave sonrisa en su rostro— Cuando dije que te sentía como mi familia lo decía en serio, eres mi familia, Harry.
— ¿Incluso después de todo lo que cause?
— ¿Quién dijo que era tu culpa? Algo como esto podría haber pasado independiente de si un niño tenía algo que ver, tenía que suceder así.
— No, no tenía.
— Que terco. —Harry sonrió. Nina caminó hacia él y despeino aún más su cabello— No estás solo, Harry, nunca lo has estado y no lo estarás y estas palabras no van a evitar que vayas al bosque, pero...
— Lo sé. —susurró mientras asentía, el de lentes tomó la mano que estaba en su cabeza y la apretó— Gracias por cuidar de mí.
— Es lo que una buena hermana mayor haría. —se burló para luego soltar su mano, picar la punta de la nariz de él y sonreír— Hay algo que si se, estaremos bien, todo va a estar bien Harry.
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Silhouette [3] ➳ Fred Weasley
Fanfiction❝Nada de lo que haga es suficiente.❞ Fred Weasley Fanfic Las reliquias de la muerte Todos los derechos reservados © 2021