Anne vuelve de la universidad para retomar la tarea que realiza cada verano, cuidar el cementerio de Avonlea.
Un día ella conoció a un azabache de ojos avellanas, al cuál ayudo a devolver el amor a su corazón y al de sus hijos.
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Anne
El sonido de mi alarma me saco de mi profundo y espléndido sueño, ¿Por qué debo levantarme tan temprano y más un sábado?, Fácil, hoy vuelvo a mi actividad favorita de las vacaciones.
Cuidar el cementerio de Avonlea.
Lo sé suena algo tétrico, pero la verdad es que disfruto mucho haciéndolo.
Tomé mi teléfono para apagar esa molestosa alarma y una vez que ya lo hize me fijé en la barra de notificaciones, más bien en el mensaje de mi alma gemela.
—¡Hola Anne, saludos desde las montañas de Vancouver!—Una pequeña sonrisa se formó en mis labios al ver el vídeo de mis amigos con equipos de snowboarding y el fondo montañoso detrás, reí aún más fuerte cuando Ruby le arrebato el teléfono a Diana para acercarlo a su rostro—Te extraño mi Annie nos vemos en unas semanas peli peli, ¡Adiós!.
Mis amigos fueron de vacaciones a Vancouver para pasar dos semanas maravillosas en las montañas, pero yo no pude ir como siempre, no es que no quisiera pero el viaje y la estadía es algo que no puedo costearme.
Baje las escaleras ya cambiada aspirando el olor a café recién hecho— Buenos días.
—Buenos días Anne—Matthew me regaló una de sus bellísimas sonrisas para después volver su vista al periódico.
—Buenos días, Anne ¿Que es eso?—Marilla dejo la tetera sobre la mesa y señaló mi cabello.
—¿Cabello?—Dije con obviedad mientras agarraba una tostada dándole un mordisco— Marilla solo es un corte.
—Anne si te sigues cortando el cabello te quedarás calva— hablo enfrente mío ya que estaba sentada en la silla que quedaba adelante de mi— Como extraño tu bonito cabello largo.
—Bueno yo no lo extraño y ya no quiero seguir hablando sobre esto—Hize lo que siempre hago, corta de raíz la conversación para evitar que vaya a parar a algo peor—Hoy comienzo mi día de cuidadora, llegaré para la cena.
Matthew poso su mano sobre la mía y levanté mi vista a sus ojos-¿Porque no sales a divertirte un poco después del trabajo?, Eres jóven y además estás de vacaciones, podrías ir a un bar o puedes hablar con Jerry para que salgan...
—Tonterías—dijo Marilla— Jerry está muy ocupado en la granja y necesitamos ayuda aquí en casa, la diversión puede esperar— Matthew estaba por decir algo pero yo le di un apretón transmitiendole una mirada que ambos comprendíamos.
Salí de mi casa acercándome a mi pequeño auto para emprender camino a mi dichoso trabajo veraniego.
—Anne, me alegra verte aquí de nuevo, ¿Cómo va la universidad?— ¿Ya e dicho cuánto adoro al señorita Lavender?.
