Walter
Maldito insomnio
De nuevo no podía dormir, otra noche en dónde el sueño no llega a mi.
Me apoye contra el respaldo de la cama y observé como todas las noches mi despertador que marca la medianoche.
Siempre el mismo horario.
Solté un suspiro sobándome la cabeza, tengo problemas para dormir desde hace cuatro años y no está tratado, no quiero decírselo a papá.
No quiero ser una carga más en su vida.
El ronquido de James era lo único que se podía escuchar en la habitación, en visto que estaría despierto hasta que sol salga decidí perder mi tiempo viendo Instagram.
Y cuando me volví a la mesita de noche, mi teléfono no estaba.
—¿Dónde lo deje?.
Me levanté de la cama con cuidado colocandome mis pantuflas de Friends y caminé hasta el pomo de la puerta.
Seguramente lo dejé en la cocina o se quedó atorado en el sofá, una vez que baje en la cocina me percate que la luz estaba prendida, de seguro es papá que bajo a hacerse un té.
No me espere ver a mi hermanita sentada en la mesa con un pote de helado y mi teléfono en mano.
Alguien va a morir hoy
—¿Que haces aquí?— ella dió un respingo y la cuchara de helado voló por toda la cocina.
—¿¡Walter, que te pasa para asustarme de esa manera!?.
—¿Que te pasa a ti para tomar mi teléfono sin mi permiso?—pregunté caminando en su dirección, Joyce se levantó rodeando la mesa.
—Necesito hacer algo—dijo, ambos quedamos enfrentados con la mesa que nos separaba.
—¿Algo?—ella asintio, caminando con lentitud cada vez llegando más a la salida de la cocina que se encontraba conectada con la sala.
—Si y si me disculpas, debo terminarlo— y sin decir más salió disparada de allí, oh no, no va a escapar muy fácil.
La seguí a toda prisa y me coloque enfrente suyo negandole el paso hacia las escaleras.
—Tu no te vas a ningún lado antes de darme mi teléfono.
—Solo lo usaré por unos minutos más, te lo devuelvo después.
ESTÁS LEYENDO
𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻𝗹𝘆 | 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭
FanfictionAnne vuelve de la universidad para retomar la tarea que realiza cada verano, cuidar el cementerio de Avonlea. Un día ella conoció a un azabache de ojos avellanas, al cuál ayudo a devolver el amor a su corazón y al de sus hijos.