𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻𝗹𝘆 | 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭

15ೋ°

Anne

Un mes después

Baje las escaleras llevando en mis manos una chaqueta y en la otra mi teléfono, me aproxime hasta el refrigerador y lo abrí llevándome a la boca el cartón de leche.

—Cuantas veces te e dicho que te sirvas en un vaso lo que beberás— Marilla apareció en mi campo de visión con su ropa de jardinería.

—Lo siento Marilla, es que estoy muy feliz, espere esto por todo un año— ella me observo con una diminuta sonrisa— ¿Enserio tu y Matthew no podrían venir?.

Marilla se acercó al fregadero abriendo el grifo— esos lugares son para jóvenes, no creo que Matthew quiera ir, ¿Por qué no llevas a Jerry?— pregunto una vez que tomo una de las toallas para secarse las manos.

Pensé, la verdad es que Jerry no tiene tiempo para salir, que digo es obvio tiene trabajo y es más forzado que el mío, pero igual pienso que se merece un descanso.

—Jerry— llame una vez que me encontraba dentro del granero, el joven francés entro por la puerta cargando un poco de eno en mano.

—Anne, hola— le devolví el saludo con la mano—¿Necesitas algo?.

Hize un pausa antes de hablar— quisiera saber si te gustaría acompañarme a mi y a unos amigos a la feria en el centro.

—Me encantaria— dijo y dirijio su mirada hacia la gran pila de eno— pero tengo trabajo Anne.

—Pero Marilla dijo que puedes venir, es más ella misma me sugirió en invitarte— intenté convenserlo con las palabras.

Jerry se mordió el labio inferior pensativo, y yo con mi poca paciencia a juego no dejaba de mover mi pierna con insistencia, ya hasta sentía que se me estaba por acalambrar— Bien, iré.

Con una sonrisa me aproxime para abrazarlo— Gracias Jerry.

Pude sentir que rodo los ojos pero que también sonreía—Solo déjame ir a cambiarme, no quiero ir y que todos me vean con tierra.

—Aún asi eres guapo— le acomodé mal la boina.

—Lo soy— pico mi nariz con un dedo causando que riera— vuelvo en unos minutos.

Asentí, me dispuse a sentarme junto el eno y sacar mi teléfono para charlar con Diana, hace dos días que no hablamos según ella por qué la señal es muy mala por las montañas.

—Estoy listo— Jerry dió una vuelta luciendo una camiseta de su casa de hogwarts.

—Arriba los tejones— dije levantando ambos puños en alto.

—Somos la mejor casa.

—¿Perdona?, Gryffindor es la mejor casa amigo—Asi comenzamos a pelear por cual de las casas era la mejor, eso hasta que Gilbert me envió un mensaje indicandome que llegó.

Por suerte, estacionó bastante lejos de Green Gables, yo misma se lo dije para que no hubiera problemas como la otra vez con Marilla.

—Hola— saludé una vez que estuvimos frente al auto— él es mi amigo Jerry Baynard.

—Un gusto— Gilbert y él estrecharon manos.

—Gilbert Blythe, un placer— Jerry disimuladamente me codeo antes de subir al auto— ¿Este es el que Marilla dijo que podría ser un posible raptador?.

—Si, pero no le hagas caso.

El francés levantó sus manos en señal de rendición, Gilbert volvió de haber guardo algo en la cajuela y me abrió la puerta del copiloto—Por favor.

Con mis mejillas sonrojadas acepte su mano y subí, Jerry por otro lado subió por la parte trasera teniendo que compartír asiento con James.

—Parecia que sacaría un cuchillo en cualquier momento para atacarme— rei por sus palabras— no te rías Anne, ese niño de verdad da miedo.

—No digas estupideces Jerry— rode los ojos— Oh mira, allí viene Royal.

Efectivamente Roy llegó con ambas manos en su chaqueta, y la primera en correr para abrazarlo fue Joyce.

—No se que hizo, pero los tres le tienen un aprecio muy grande— Dijo Gilbert cargando en sus manos dos batidos— tengan, para ustedes.

—Gracias— agradeció Jerry llevándose a la boca el popote— Creo que iré con ellos— antes de irse me guiño un ojo y cuando estuvo al lado de Royal le susurro algo al oido haciendo que ahora los dos al mismo tiempo movieran sus cejas.

Los muy malditos les encanta hacerme pasar vergüenza.

—¿Te gustaría ir a caminar?— Gilbert me ofreció su mano, la observé por unos segundos y la acepte entrelazando nuestros dedos.

Mi corazón latía cada vez más rápido cada vez que estoy cerca de él, cuando reímos o hablamos de cosas sin sentidos, Gilbert causa esas mariposas en mi estómago y no las escondere.

Después de haber pasado una de las mejores tardes de toda mi vida, Gilbert me dejó en la estación de lavados de autos.

—Gracias enserio, nos divertimos mucho— Jerry y él estrecharon manos— iré a traer el auto.

Nos miramos por unos momentos en silencio, con total valentía me acerce a él y lo abracé, él coloco sus manos en mi espalda baja apegándose más a mi.

Podía sentir nuestros corazones sincronizandose, bombeando y susurrandose entre si cuánto se aman.

—Hasta luego Gilbert— me acerce y deje un beso en su mejilla, él no dijo nada pero solo sonrió antes de caminar hasta su auto y yo al mío.

Dejé a Jerry en su casa no si antes escucharlo decir que debería no hacer caso a Marilla y pedirle una cita a Gilbert.

Y eso mismo haré, mañana le pediría una cita a Gilbert Blythe, si el no es capaz entonces yo misma se lo pedire.

¿No siempre el hombre debe hacer avanzar el barco, verdad?.

¡Al fin!, Por fin está gente va a avanzar como se debe.

Eso es todo, me despido por qué debo ir a hacer ejercicio.

Los amoooo

Mapa 🤍