Gilbert
—Dejame llevarte hasta tu casa—Anne se giró hacia mi regalandome una pequeña sonrisa y se rasco la nuca.
—Yo creo que mejor le digo a Roy, igual ya se está haciendo algo tarde y me imagino que tienes que buscar a tus niños de la academia.
Asenti en vista de que no lograría converserla, recogí con cuidado mi chaqueta y me la coloque— se está haciendo tarde a decir verdad.
Ella se acercó hasta mi y me dejó sin aliento al acomodarme el cuello de chaqueta— tenías una arruga.
Pude sentir el olor de su perfume, huele a vainilla.
Iba a seguir inundando mis fosas nasales en ese adictivo aroma que sería mi favorito de ahora en adelante, pero mi teléfono sonó— Perdona.
—Tranquilo—abrazo sus propios brazos y le di una última mirada antes de contestar el teléfono.
Walter, Joyce y James se metieron en problemas, me sorprendió a decir verdad, jamás ni en la escuela me han citado por mala conducta.
—¿Sucede algo?—pregunto la pelirroja acercándose un poco hasta mi.
—Debo irme, lo siento, problemas menores— ambos salimos del jardín principal caminando con dirección a la salida y en el trayecto nos encontramos con un castaño que conocía a la perfección que se encontraba abriendo el portón de la entrada al cementerio.
—Roy, ¿Podrías llevarme a mi casa?— Royal nos miro a los dos por unos segundos.
—Lo siento, pero debo ir a acompañar a mi abuela a un bar, va a jugar poker contra unos terroristas y no quiero que cuando llegue ella ya haya explotado, Perdón Annie.
Ambos estábamos por decir algo pero ya era tarde, el ya estaba en su auto y despidiéndose de nosotros con un claxon acompañado de un ¡Adiós!.
—¿Aún sigue en pie la oferta?—yo la tomé de la mano caminando con ella.
—Siempre— dejé un beso en su mano y sus mejillas se enrojecieron.
Hermosamente perfecta.
—Primero pasaremos por la academia, debo hacer algo importante— Anne me respondió con simple ok.
—Espera— ella desabrocho su cinturón de seguridad, sin decir nada salió del auto corriéndo de vuelta al cementerio—Casi me olvidó mis cosas— subió al auto con una mochila enorme y una chaqueta azul con el logo de Nirvana atrás.
—¿Eres así de despistada siempre?.
—¿Tu eres así de preguntón siempre?— nos miramos con sonrisas divertidas, joder es hermosa.
Quiero acercarme y besarle, pero eso no es prudente, además la conozco hace poco pero eso no quita el hecho de que mis ganas por probar esos labios sean enormes.
Conduje hasta la escuela pensando en lo que mis hijos pudieron haber hecho, es que aún no me entra en la cabeza de que ellos hicieron algo malo.
—Espérame aquí, ya vuelvo—La peliroja tomo uno de sus libros.
—No me iré a ningún lado— le sonreí, baje del auto y me encaminé hacia la gran construcción.
Volviendo al presente, ahora mismo nos encontramos los cinco en mi auto, en un total silencio.
—Papi, ¿Anne puede ir cenar a casa hoy?, Es noche de tacos—Mire a Joyce por el espejo.
—Ojala pudiera— se giró hacia la pelinegra— pero no tengo permitido salir hoy.
—¿Eres como Rapunzel?— pregunto mi niña con sus ojos brillando como cada que habla de su princesa favorita.
—Si, vivo en torre con mi madre sumamente extricta y aún espero en ver las luces flotantes— le pico la nariz haciendo que Joyce riera.
—Solo te falta cabello largo—susurro Walter aún que todos los escuchamos.
—Soy Rapunzel después del cambio, discúlpame—Anne lo miro con la barbilla alta y al final todos reimos hasta James pero cayó su risa casi al instante.
—Hemos llegado a mi humilde hogar— Anne bajo del auto y nos abrió el portón de madera, al adentrarnos observamos lo que parecía más bien un granja que una casa, era hermoso.
—Papi mira, ovejas—Joyce se pegó al vidrio observando varias ovejitas que dormían sobre el pasto.
—Gracias enserio por traerme y Joyce— mi niña la miro con ojos expectantes— veré si puedo ir a cenar esos tacos la próxima semana.
Juro que pude oír un grito de alegría de parte de Joyce, me baje de auto para acompañarla hasta el porche.
—¿Así que ahora eres la madrastra de mis hijos?—sus mejillas bonitas se calentaron adquiriendo ese color carmesí.
—Bueno, lo fui por unos quince minutos.
Hize un puchero—pensé que lo serías para toda la vida.
—Sigue soñando Blythe— llegamos hasta la entrada de su casa— que tengas una buena tarde o bueno lo que queda— señaló el cielo que reflejaba un bonito atardecer.
Yo tome su mano dejando un beso como siempre hago (y lo haré para toda la vida si es que tengo la oportunidad)—tu también.
Juro que seguiríamos hablando un poco más o la miraría, pero la puerta se abrió.
Joder, como le gusta a la gente romper estos momentos.
—Marilla hola—una mujer de lo parecía estar en sus sesenta años se encontraba en la puerta mirándo a la pelirroja— te presento a Gilbert Blythe.
—Un gusto señora Shirley—la mujer me observo como si hubiera dicho una maldición en su nombre.
—Cuthbert para tu información—nisiquiera acepto la mano que le extendi—Adentro ahora.
Anne me miró por última vez antes de entrar por la puerta y la señora no me dejó terminar por qué estampó la puerta en mi rostro.
Vaya mujer.
Pinto mataron :)
Anne en la vida real es Rapunzel *guiño*, Ya les digo que se vayan acostumbrando al hecho de que Marilla sea bien seca con Gilbert o mejor dicho con todos.
Los amoooo
Mapa 🤍
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𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻𝗹𝘆 | 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭
FanfictionAnne vuelve de la universidad para retomar la tarea que realiza cada verano, cuidar el cementerio de Avonlea. Un día ella conoció a un azabache de ojos avellanas, al cuál ayudo a devolver el amor a su corazón y al de sus hijos.