Anne vuelve de la universidad para retomar la tarea que realiza cada verano, cuidar el cementerio de Avonlea.
Un día ella conoció a un azabache de ojos avellanas, al cuál ayudo a devolver el amor a su corazón y al de sus hijos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anne
—¿Y tú a dónde piensas que vas?—detuve mis pisadas y tragué en seco- no saldrás de aquí hasta que me digas quién ese ese hombre.
Un hombre sacado de una novela sin duda alguna.
—Es un amigo que conocí hace unos días en el cementerio, se ofreció a traerme a casa— respondí colocando una de mis mejores sonrisas para converserla.
—¿Acaso sabes algo sobre él, y que pasa si es un drogadicto o violador?, No quiero que lo veas nunca más en tu vida, ¿Me oíste?.
Quería protestar, decirle que Gilbert no es lo ella cree, pero solo pude asentir.
—Te lo prometo— dije, ella me abrazo dejando un beso en mi frente.
—Ahora ve a tomar una ducha, te quiero ver en treinta minutos para cenar— subí a mi habitación dejando mi mochila sobre la silla giratoria y saque el teléfono de mi bolsillo.
Tengo más de cincuenta mensajes sin leer, no es que no quiera contestar es que me da pereza, pero cuando se trata de Diana Barry alias mi mejor amiga la pereza no es mi aliada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me senté sobre la cama en espera a que me contestará— ¡Al fin te dignas en llamarme!.
—Lo siento, estuve muy ocupada todo el día- suspiré recostandome— ¿Que es lo sumamente urgente que tienes que decirme?— dije quitándome los zapatos.
—Espera un segundo— fruncí el seño al escuchar un pitido y me percate que comenzó a hacer una video llamada en dónde los rostros de mis amigas aparecían mirándome con una leve sonrisa muy pícara— Ahora que ya están todas necesitamos preguntar.
—Anne, ¿Es cierto que estás saliendo con un hombre?— casi me atragante con mi saliva por la pregunta de Ruby.
