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Dedicado a cada lector que me acompañó por este gran camino

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Dedicado a cada lector que me acompañó por este gran camino.

James

—¿Estás listo?— Anne dió un toque a mi puerta que estaba ligeramente abierta.

—Carajo— susurré intentando hacer el nudo de mi corbata— Aún me falta algunas cosas, pero estaré en unos minutos.

La puerta se abrió dejando ver una pelirroja muy elegante con vestido negro y cabello suelto ondulado, ella se acercó a mi tomando mis manos— déjamelo.

—Nunca aprendí a hacer esto.

—Tienes suerte de tener una persona como yo que haga nudos muy bonitos— sonrió al unir el último nudo—listo.

Observé mi cabello y con la mano intenté peinar mis rizos alocados— ¿Crees que debo mojarlo un poco?.

—Mmm déjame ver —tomo un peine de sobre el tocador y comenzó a peinar mis rizos—. Tienes el cabello igual de alocado que tu padre —agrego dando una última pasada al peine—. Listo.

—Gracias —dije con toda la honestidad.

Ella se posicionó a mi lado y me abrazo por lo hombros haciendo que ambos nos miremos en el espejo.

—Estas guapísimo — sonrió y vi como sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Anne, ¿Estás llorando? —pregunte un poco divertido.

—Oh cállate —me apretó el hombro y se limpió una lágrima que rodaba por su mejilla— Solo... estoy orgullosa de ti James, y del hombrecito fantástico en el que te convertiste.

—Soy un hombre, no un hombrecito —aclare tratando de disimular que sus palabras no me habían llegado a lo más profundo de mi corazón.

—Hasta que no cumplas 20 años seguirás siendo un hombrecito para mi.

Iba a decir algo más pero la voz de papá nos avisó que ya había llegado la hora de ir al teatro.

Olvidé decirles, hoy me presentaré en el teatro Julian's para tocar el piano, mentiría al decir que no me encontraba nervioso.

Bajamos del auto y ya podíamos ver la número cantidad de personas que se encontraban entrando en el teatro, mi respiración se aceleró.

—Lo harás bien Jem— sentí una diminuta manito tomar mi dedo, Shirley me sonreía dejando ver sus pequeños dientesitos.

Lo tome entre mis brazos y sacudí sus rizos pelirrojos— Gracias Calabaza.

—¿Entramos?— Papá tomo de la mano a las gemelas mientras Anne cargaba a la pequeña Rilla de dos meses.

𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻𝗹𝘆 | 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora