12ೋ°

231 32 117
                                    

Walter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Walter

—Me aburrí— Royal dejo caer la pieza de lego de sus manos y Joyce hizo una mueca.

—Se supone que tenemos que construir un castillo Tío Royal.

—Si, pero me aburrió—dijo él.

—¿Y que quieres hacer entonces?— pregunté levantando la vista de mi libro y subiendo una ceja.

Él joven se rasco la nuca por unos segundos antes de chasquear su lengua—¿Tienen telas largas?.

—¿Para que?—pregunto James entrando a la sala con un boul de palomitas.

El castaño se acercó a él y se llevó una palomita a la boca—ya verás.

—¿Esto es ilegal, sabes?—le dije una vez que estábamos enfrente a una discoteca y Royal estaba liando las telas por nuestros cuerpos y acomodo a Joyce abajo de mi tela.

—Bueno para la sociedad si— respondió sin ganas— pero para mí no, mientras más jóvenes experimentan cosas sabrán que les gusta más.

Tiene razón pero eso no aplica con que menores de edad vayan a discotecas.

—Me niego a entrar allí—James se cruzó de brazos.

—Tu irás allí dentro y fin de la conversación, no— sin decir más nos empujo en el interior del lugar y en la puerta podíamos ver a un guardia.

—¡Royal Garden, amigo!— el hombre se acercó a nosotros y se dió un fuerte abrazo con el castaño.

—Kyle, traigo a un amigo que viene por primera vez, espero que aún haya lugar para él—éramos tan buenos actores al parecer por qué el hombre no noto que bajo mi capa habían dos individuos más.

—Claro que si, pero necesito tu identificación hermano— mire a Royal con cara de espanto y a través de sus ojos me dijo que me tranquilizara.

—Amigo vamos, este chico de aquí es su primera vez y quiere tomar experiencias nuevas, recuerda que tú también quisiste alguna vez y no te lo dejaron— dejo su palma sobre el brazo de Kyle—vamos hermano, déjalo pasar por favor.

Royal era bien convincente cuando quería.

—Bien, pasen los dos— y asi nos adentramos a una discoteca, joder, pensé que mis oídos me dolerían a más no poder cuando entre, pero me lleve una gran sorpresa.

—Esto no es una discoteca—Me gire hacía él, Royal me dió una palmada en el hombro.

—Es una discoteca retro niño, aquí escuchamos arte de verdad mientras nos embriagamos— iba a decir algo más pero él volvió a hablar— ustedes tres no se separaran de mi, ahora vayamos a por unas sodas y yo por un buen vino.

—No tomamos soda— hablo James y Roy nos miro incrédulo— papá no nos deja.

—Bien, les conseguiré otra cosa, mientras tanto pueden irse hacia esa área, allí nadie los verá por qué jamás nadie va a allí, yo iré en unos minutos.

𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻𝗹𝘆 | 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora