Anne vuelve de la universidad para retomar la tarea que realiza cada verano, cuidar el cementerio de Avonlea.
Un día ella conoció a un azabache de ojos avellanas, al cuál ayudo a devolver el amor a su corazón y al de sus hijos.
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Walter
—¿Ya están listos?—Papá entro en nuestra habitación luciendo su traje de color negro y su mandíbula se encontraba afeitada.
—No se hacer estás cosas—James salió por la puerta del baño luchando con su corbata azul intentando hacer un nudo.
Papá lo tomo por los hombros agachandose a su altura— Debes hacer un nudo—se colocó con una sonrisa—y luego otro— hizo un cruze con la tela y lo termino con un perfecto nudo— listo, ahora ve abajo con Joyce debo hablar algo con tu hermano— su rostro de dirijio a mi con un semblante serio.
¿Conmigo?.
Cuando puerta estuvo cerrada, papá señaló una de las sillas y me senté en ella— ¿Que sucede?.
Él me observo por unos segundos y se aclaró la garganta—Anne nos acompañará hoy a la cena en el club.
Estoy gritando internamente aún que mi rostro no demuestra ninguna emoción.
—¿Ah sí?— papá asintio—¿Tu la invitaste?.
—Si me pareció un gesto amable después de los mensajes tan raros que alguien envío—fruncí el seño ante sus palabras.
—¿Que mensajes?— papá deslizó la pantalla de su teléfono para después girarlo hacia mi en dónde se podía ver claramente los mensajes enviados, tragué en seco.
—¿Tu sabes algo de esto?— en estos momentos me maldecia internamente por no saber mentir.
También maldecia a Joyce, me las va a pagar.
—No, nisiquiera sabía que tenías Instagram, debes seguirme papá así podemos compartir publicaciones, memes de gatos bailando y...
Él alzo una ceja, automáticamente cerré la boca, papá soltó un suspiro masajandose la frente— Es la última vez que tocan mi teléfono, y si me entero que lo hacen los voy a castigar, ¿Ok?.
Papá jamás nos castigo..., mamá era la que siempre nos imponía el orden y papá nos salvaba el trasero de ser castigados ( la mayor parte del tiempo), está claro que esos tiempos ya no son los de ahora.
—Ok—susurré bajando la cabeza, él se acercó tomando mi barbilla y dejo un beso en mi frente.
—Termina de peinarte si quieres impresionar a la señorita Pattison— mis mejillas se enrojecieron y corri hacia el baño para tratar de hacer lucir bien para aquella chica de ojos verdes que me tiene loco.
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Durante el camino hacia el club pude agarrar varías veces a papá observando a la señorita Anne con una boba sonrisa y aún que el nos dijera que ambos eran como amigos, para cualquiera eso no es para nada cierto.
