Maldita sea, te extraño

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Luego de un momento que se tomaron para recuperar la respiración, Horacio se puso de pie y fue hasta el baño a limpiarse, luego de un minuto regresó y encontró a Volkov sentado apoyado en la cabecera de la cama arreglando su despeinado cabello.

Horacio decidió tomar la misma posición y se sentó a su lado cubriéndose, sabiendo que aún tenían una conversación pendiente entre ellos dos, que no podía esperar más y mucho menos luego de lo que acababan de hacer.

─ Esto no cambia nada ─. dijo Horacio tomando primero la palabra.

─ Lo sé, sé que no cambia nada ─. Volkov creía que Horacio estaba haciéndose el duro, así que no le quedaba nada más que aceptar lo que dijera ─ Por dónde empezar...

─ Por el principio.

─ La misión por la que me volví a unir al CNI, por la que me hicieron unir en nuestra nueva ciudad fue buscar a alguien, a alguien que el CNI quiere encontrar por todos los medios. Sospechaban que estaba en esa ciudad y por eso me buscaron... nos buscaron, pero yo les dije que tu no te ibas a meter en el asunto.

─ ¿Por qué tomaste la decisión por mi? ─ dijo serio Horacio.

─ Por que tu renunciaste.

─ ¿No lo hiciste tú también?

─ Si, pero yo estuve más tiempo, prácticamente no tenía opción a negarme.

─ Eso no explica por qué no me dejaste regresar junto contigo.

─ No quería que nuevamente tuvieras que enfrentarte a esto ─ señaló todo y a él mismo ─ a tener una doble vida, estar a escondidas, y los peligros.

─ De todos modos no debiste hacerlo...

─ Nos iban a separar, la única razón por la que seguimos esos dos meses juntos fue porque solo yo estaba, podía seguir en esa doble vida por ti.

─ ¿No fue que de todos modos nos separaron?

─ Si... ─ dijo Volkov con pena ─ Esa vez estaba acorralado, me obligaron a irme de la ciudad, ya que a quién buscaban se había ido. Todo fue tan repentino, no pude decir que no, sino te iban a meter a ti nuevamente.

─ ¿Te amenazaron?

─ Algo por el estilo, si, se podría decir que aceptaba libremente, o aceptaba con otros términos.

─ Los del CNI son una basura ─ dijo con rabia.

─ Lo son si, solo quieren que se cumpla el trabajo sin importarles nada más.

─ En eso no han cambiado.

─ Me metieron en la Agencia de Inteligencia, y partimos a otra ciudad para seguir buscando.

─ ¿Qué tiene de especial esta persona que están buscando?

─ Es peligrosa, cometió errores muy graves y tiene que pagar por ellos.

─ Entonces ¿se puede decir que sigues en esa misión?

─ Cuando dejamos una ciudad sin resultados favorables fuí a buscarte, es lo primero que hice. Obviamente no te encontré y luego insistí en venir a buscarte acá, ellos aceptaron.

─ Yo ya estaba acá, ellos no cumplieron su palabra Viktor. De nada sirvió tu sacrificio.

─ Yo no lo sabía. Que no cumplirían.

Al final podré ser HoracioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora