Horacio estaba sentado en el mueble de la sala, al llegar había abierto las cortinas, para que un poco de la luz de la tarde entrara a ese oscuro espacio. Ya estaba esperando diez minutos y le parecían horas. Había quedado con Volkov almorzar juntos en el departamento, no era algo peligroso, no con su estrategia al cuidarse al entrar y al salir, eso querían creer ambos pero valía la pena el riesgo, valía la pena verse después de tanto tiempo.
Recordó la extraña forma en que quedaron esa misma mañana por teléfono, no pudo evitar llamarlo a penas despertar, y más luego de lo mal que lo había pasado la noche anterior, luego de irse del Yelow Jack no pudo quitarse los escalofríos y la sensación de que algo o alguien los acechaba.
─ Viktor...
─ Ho... ¿pasó algo?
─ No puedes hablar ¿cierto? lo siento.
─ No, está bien, solo dime y escucho, casi nunca me llamas tú, debe ser importante.
─ ¿Importante? bueno, no pasó nada, es solo que ─ él mismo no sabía ni por qué le había llamado ni que decirle ─ no lo sé.
─ Está bien, ¿necesitas que nos veamos? hoy, para almorzar, ya sabes donde.
─ Está bien, entonces... nos vemos ahí.
Justo después de recordar su llamada telefónica sintió que la puerta estaba siendo abierta, sin ponerse alerta solo miró hacia la puerta para ver entrar a Volkov, el hombre que le quitaba todo miedo tan solo con verlo de lejos.
Volkov entró, dejó la comida en la cocina y se acercó poco a poco a él, esa mirada, esa forma de caminar sosegada que tanto le gustaba a Horacio, que tuvo que contenerse para no saltar a su cuello, ya había decidido actuar casual, sin dejar ver sus emociones, aún tenía que hacerse el difícil, solo un poco más, solo hasta sentirse completamente seguro de que si lo aceptaba, que no lo iba a volver a perder, solo a esperar esa pizca de confianza que le faltaba.
Cuando estuvo frente a él se puso de pie, no estaba seguro como saludarlo, y menos después de la noche que tuvieron, ¿darle la mano? demasiado frío, ¿tal vez un abrazo? mientras pensaba Volkov se le adelantó y se lanzó a abrazarlo, él solamente tuvo que sostenerlo y aceptar su abrazo.
Absorbió su aroma, ese que hacía sus piernas temblar, olía igual que siempre, olía a Viktor y le encantaba. Sintió como las manos fuertes pasaban por su espalda acariciándola y él hizo lo mismo sin decir palabra. Como siempre, se comunicaban sin hablar.
─ Te extrañé ─ Volkov fue el primero en romper el silencio.
─ Yo... también ─ aún con dudas Horacio le respondió.
Volkov se alejó e hizo un gesto que Horacio interpretó a la perfección, quería un beso, Volkov quería que le besara, pero si lo hacía ¿qué significaba? ¿qué habían vuelto? ¿tenían ya una relación? eso no era así.
Ladeo el rostro levemente de forma delicada, tampoco quería rechazarlo de forma brusca, solo que entendiera que aún no estaba listo y que lo de la otra noche no significaba que tenían la libertad de hacer eso.
Volkov se terminó de alejar soltándolo, en su rostro no había molestia, solo parecía que le había dolido un poco, pero eso era inevitable, a Horacio también le dolía no poder besarlo libremente.
─ Traje algo para comer ─ Volkov intervino para pasar el momento de tensión.
─ Vale.
Ambos caminaron hasta la cocina y separando los recipientes empezaron a comer en silencio. De momento en momento levantaban las cabezas y cruzaban las miradas, pequeñas sonrisas se les escapaban de sus bocas, pero ninguno quería hablar. El momento, aunque silencioso, era cómodo y familiar.
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Al final podré ser Horacio
Fanfic(COMPLETA) Horacio regresa a Los Santos sólo, sin su pareja Volkov con quien abandonaron la ciudad en busca de tranquilidad. Luego de pasar por tantas dificultades en el pasado ahí ¿Por qué regresar? ¿Qué pasó con Volkov? Horacio tiene que superar l...