Entre mis y tus detalles

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Hace algunos años en Rusia.

Volkov se vio casi guiado, forzado a estar en una relación amorosa, se podría decir. Era el paso siguiente que tenía que tomar, era una buena amiga con la que compartía mucho tiempo, se sentía a gusto a su lado y en su inocencia de la juventud pensó que se había enamorado, sin saber que ella realmente se sentía así por él, pero lo de él realmente no era amor.

Entablaron la relación y al poco tiempo los problemas empezaron a aparecer como era de esperarse, una relación como esa, dependiente y casi forzada no podía salir bien.

Una noche en su departamento cerca al trabajo que compartían tuvieron una de sus últimas discusiones.

─ ¿Dónde has estado? ─ le pregunto Volkov.

─ En la calle, con unas amigas. ¿Por qué?

─ No te creo...

─ Nuevamente con lo mismo... ya te he dicho muchas veces que esto está mal, desconfías de todo y de todos ─. Tassia se sentó en uno de los muebles cansada, se quitó los zapatos de tacón y los dejó a un lado.

─ Tiene completo sentido que desconfíe, desde hace un tiempo atrás que no eres la misma.

─ ¿Cómo que no soy la misma?

─ Ya no eres la misma conmigo, estás distinta, distante, y tus salidas han aumentado ─. Volkov caminaba por la sala desesperado.

─ Será porque tú también has cambiado.

─ ¿Yo? ─ se detuvo frente a ella de golpe.

─ Si, eres demasiado dependiente, me asfixias, cuando estás... porque cuando no quieres saber nada de mí también lo haces notar muy claramente.

─ No tiene sentido lo que me dices, yo siempre estoy para ti, cuando quieras, siempre lo he estado, desde que empezamos la relación.

─ Pero si eres distante, el distante acá eres tú, apenas y me tocas o me dices cosas cariñosas, solo estoy a tu lado como un adorno.

─ Yo...

─ Yo necesito a alguien que me necesite realmente, necesito sentirme amada, necesitada... ¿cuándo fue la última vez que me dijiste que me amabas?

─ ...

─ Nunca, nunca me lo has dicho ¿cierto?

─ Yo te quiero... mucho.

─ No es lo mismo Viktor.

─ Nosotros no somos de esos, no estamos para endulzarnos la vida, yo solo necesito que estés para mi cuando necesite, que compartamos momentos...

─ Tienes el concepto de una relación muy equivocado, pero ya me había dado cuenta en este año de relación, que bueno que lo pudiste decir en voz alta esta vez.

─ Pero yo te necesito a mi lado, y cuando no estás siento tu ausencia, ¿qué más quieres de mi?

─ Que me entregues todo.

─ Te doy todo lo que puedo dar Tassia, por favor no me pidas más. Yo te quiero, debe ser suficiente.

─ Por eso me obligas a buscar lo que no encuentro en ti.

─ ¿A qué te refieres?

─ Eso... ya lo dije.

─ Entonces eran ciertas mis sospechas... estás saliendo con alguién más. Sentía que compartías con alguien más tu tiempo, lo sabía.

Al final podré ser HoracioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora