Hundimiento

Capítulo 16

 La última vez que publiqué fue hace dos semanas, lo siento, me tomé un descanso por salud mental, ya estoy bien y volví con Hundimiento, porque extrañaba publicar de Johnatan, así que aquí los dejo con este capítulo, háganme saber qué les parece la historia, voten y comenten, que amo leerlos, no se olviden que tengo Instagram donde subo contenido @davidnightmare97

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 -Cuando acepté la invitación, no sabía que había que venir con ropa elegante-Dijo Johnatan que estaba con un buzo rojo, jeans azules y sus zapatillas viejas, en ese momento se encontraba parado con una copa de champagne en su mano, en el patio de la casa de la familia Aubriot para el cumpleaños de la madre de Camelia-Todos están vestidos de traje y yo en este buzo deportivo de mi hermano, me siento algo ridículo.

 -¿No recibiste la invitación en papel?-Preguntó Carlos fumando un cigarrillo de marihuana que de vez en cuando escondía.

 -La invitación decía, traer un regalo y estar vestido de gala-Le aclaró Zoe distante mirando a los niños jugar-Espero que le guste mi regalo, le compré un libro sobre cómo plantar caléndulas, ella estuvo todo un año quejándose de que no tenía un jardín lleno de caléndulas.

 -Yo le traje un vestido.

 Merodeaba por el patio en busca de la mesa dulce, se sentía mal por no haber ido vestido de gala y por no llevar un regalo, ni siquiera sabía que había una invitación en papel, Camelia simplemente le dijo que era una fiesta tranquila en el patio de la casa con toda la familia de ella, allí se encontraba Johnatan: vestido en su buzo rojo, sin regalo que entregar, comiendo con la mano los trozos de sushi que ni siquiera le gustaban pero era la poca comida que le gustaba ya que en otra fuente había una comida con hongos; él prefería las cosas simples, como una hamburguesa o frituras.

 Johnatan buscaba por todos lados a Camelia, no quería estar encerrado entre la conversación de Zoe y Carlos que era puro coqueteo barato, él quería pasar la fiesta en compañía de la castaña pero ella no aparecía por ningún lado, como era su casa pensó que tal vez Camelia aún estaba preparándose o en su habitación lejos de la fiesta para evitar a todos pero el pelirrojo no quería ser evitado, ingresó a la casa merodeando por los pasillos, la gente se acumulaba más en el interior ya que la chimenea estaba encendida.

 A pesar de que buscó, no la encontró.

 El joven se sentó en uno de los sillones mirando como el fuego bailaba mientras tomaba de su copa de champagne, se sentía un extranjero en carne propia, solo necesitaba ver a Camelia y conversar pero al verla con ese top azul no sabía si solo quería charlar también escuchar su risa le movía mucho el interior, la fiesta comenzaba a ser soportable porque estaba feliz de estar allí y desearle feliz cumpleaños a la señora Aubriot pero ¿Qué era una fiesta sin su hermosa amiga? Podría estar hablando y riendo de cómo todos se veían tan arreglados pero burlarse de cómo Johnatan era solo un punto rojo, olvidarse de su vestimenta y halagar la ropa de la castaña porque todo su humor cambió cuando la vio atravesar la entrada con un niño sosteniendo su mano pero con una sonrisa que la caracterizaba.

 -¿Dónde estabas?-Preguntó Johnatan alterado-Me siento muy extraño en esta fiesta, todos parecen salidos de una entrega de premios y yo soy alguien que se ha colado, creo que volveré a casa y buscaré un bar con Tansel.

 -No te vayas, si tú te vas yo me voy y después de eso estaré castigada por irme de la fiesta de mi madre-Comentó Camelia.

 -Lo siento, es que quería estar contigo pero la fiesta no es lo mismo sin ti y todos son muy adultos pero hay muchos niños.

 -Hablando de niños-Dijo Camelia alzando en sus brazos a un pequeño de unos cinco años-Él es Jack, el niño que me ayudarás a cuidar.

 El joven había recibido al niño en sus brazos y lo puso en el suelo de inmediato ya que se movía demasiado desnudando su ira porque era un pequeño caprichoso desde su punto de vista, Johnatan lo comenzó a perseguir al ver que se iba al patio, la castaña los siguió tratando de tener paciencia, el niño hacía muchas preguntas acerca de Johnatan mientras comía un chocolate que la castaña le había comprado ya que no quería comer en la fiesta y la mesa dulce iba a llegar más tarde, el muchacho se encontraba agobiado y cansado de escuchar la voz del niño que pedía constantemente que lo alcen, en un momento Johnatan le dijo que no iba a alzarlo y el niño de cabellos negros le dio una pequeña patada, el chico se agachó a la altura del pequeño porque estaba demasiado harto.