Hundimiento

Capítulo 30

 Hola, bienvenidos al capítulo 30 de Hundimiento, acá empieza la cuenta regresiva, solo quedan cinco capítulos para que se termine la novela y también voy a poner una advertencia, este capítulo contiene temas complicados de salud mental y autolesiones, no están obligados a seguir leyendo si son sensibles a estos tópicos, quiero el bienestar de ustedes, así que si eres sensible, prepárate un cafecito, un tecito o algo y deja tu voto sin leer jajaja, espero que les guste y no se olviden de comentar que amo leerlos, nos vemos el próximo lunes...Instagram: @davidnightmare97

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 -¿Alguien quiere más café?-Preguntó Johnatan con una sonrisa.

 -Una taza más no me haría mal-Se encogió de hombros James quien había llevado a Emily quien estaba encantada con los amigos de sus hermanos.

 -Prepararé más.

 -No te olvides de ponerle un poco de crema.

 Susan estaba allí presente riendo de los chistes de la pelirroja, ambas se llevaban tan bien y James pudo notar cómo su novio la observaba embobado.

 -Me hace muy bien verte tan feliz-Dijo Oliver observando a la chica con la mirada distante en la ventana.

 -Te despertaste amoroso hoy en día-Contestó Susan después de depositar un beso en sus labios-Te amo.

 -Ugh, qué asco, busquen un cuarto-Interrumpió Johnatan volviendo con el café de su hermano.

 -Es invierno, es la época en la que tengo que aguantarlo-Expresó Susan mientras que su novio lo veía con un puchero ridículo-Te adoro, Ollie.

 Lucy también se encontraba ya con su uniforme junto con el joven de ojos marrones pero el chico de piel tostada había pedido disculpas saludando a todos ya que debía retirarse para ir a trabajar en canciones que tenía pendientes, Johnatan lo miró sospechoso pero no dijo nada mientras el morocho se despedía de Lucy con un beso apasionado, ella se quedó observándolo con nostalgia cuando se acercaba a la puerta pero de inmediato volvió a la conversación que estaba teniendo con los demás; Johnatan anhelaba un beso de su amada pero habían pasado dos semanas que no hablaban y ella se había desaparecido pidiéndole al pelirrojo que no se contactara.

 Iggy se encontraba junto a su compañero de trabajo que era un chico muy alegre,  James observaba con curiosidad su cabello azul, tenía los ojos verdes y un pequeño tatuaje de un perro Pug en su muñeca izquierda, era un chico muy extrovertido queriendo llamar la atención porque Hunter le había susurrado algo al rubio y se había levantado de su asiento dejando un beso en los labios del muchacho, todos observaron esta acción con una cara de signo de pregunta mientras que Hunter procedía a dirigirse al pasillo por dónde se encontraba el baño; Susan estaba con la boca abierta como un pez mientras que el muchacho de cabello negro tomaba de su café y Johnatan lo atacaba con preguntas muy íntimas que necesitaban respuesta.

 El mayor de los Harris le había pagado a Johnatan lo que su hermana y él habían consumido ya que el mayor se había ofrecido a llevar a su hermana a uno de sus muchos estudios médicos, los tres se fundieron en un abrazo grupal en forma de despedida, la estaban pasando demasiado bien pero ya debían irse, el hermano del medio estaba teniendo pensamientos de estar alegre pero sintiendo que su felicidad se arruinaba con cada voz que le gritaba en el fondo de su mente, la chica le había dicho que debía ir a terapia pero él nunca creyó en eso de hablar con un desconocido de sus problemas, creía que podía resolverlos por su cuenta pero todos necesitaban una mano.

 El pelirrojo vio cómo sus compañeros de trabajo llegaban de a uno, cuando Chase había llegado, el pelirrojo lo saludó con amabilidad pero el muchacho musculoso simplemente lo ignoró caminando cada vez más rápido a la parte de atrás de la cafetería, a veces se olvidaba que las personas tenían problemas y que a veces se despertaban con el pie izquierdo, cuando vio el rostro de Chase, el castaño tenía ojeras y los nudillos enrojecidos como si se hubiera metido en una pelea pero no quería hacerle ninguna pregunta, todavía no se sentía en completa confianza con él y debido al mal humor del castaño pensó que tal vez solo debería cerrar la boca.