Johnatan estaba en su cama con el cuerpo de la castaña a su lado, ambos estaban despiertos en ropa interior, eran las tres de la mañana y el chico disfrutaba de la risa de Camelia cuando él pasó su dedo por el contorno de su nariz, para luego darle un pequeño beso en ella y haciendo reír aún más a la chica que comenzó a dejar pequeños besos por todo el rostro del joven, llegando al cuello, ellos jamás habían pensado que estarían juntos en ese momento, jamás pensaron que estarían tan enamorados uno del otro.
Camelia no reaccionó a tiempo cuando sintió un estrepitoso golpe en la puerta y lo único que pudo hacer en ese momento fue taparse con las sábanas y ver cómo se llevaban a Johnatan a la fuerza, no le dieron tiempo a vestirse, el joven estaba envuelto en una sábana con esposas en sus muñecas, se oponía a que lo llevaran pero era cada vez peor, la policía de Melbourne no era considerada la más suave, Camelia no sabía por qué se lo llevaban, parecía una escena de una película de acción, el pelirrojo estaba gritando tratando de zafarse pero era inútil.
Ella quedó sola en la habitación, el silencio la inundó y ella solo pensó en llamar a sus amigos para ir a tratar de sacar a Johnatan de la comisaría, una vez ya vestida, la joven Aubriot se encontraba en la comisaría con Susan y Zoe esperando a ser atendidas para ver al pelirrojo.
-Lo único que pude escuchar es que lo acusaron de homicidio culposo de Molly Millar-Dijo Camelia mirando pateando una maceta a su lado.
-¿No crees que le hayan tendido una trampa?-Preguntó Zoe tratando de conectarse con la situación.
-Siento que esto es obra de Claire.
-No sé quién es esa pero hay que destruirla.
Johnatan estaba entre rejas y sentía ganas de golpear algo, él jamás le haría daño a nadie pero con intención o sin intenciones, él sabía que la joven no estaba muerta pero no sabía que Claire haría algo demasiado pronto, cada vez que abría la boca para decir que él no tenía nada que ver lo mandaban a callar, nadie le creía, no tenía ni idea de cómo había muerto la morocha y la única conexión que tenía con ella era que la chica le pagaba cuando él realizaba las entregas pero él había dejado de hacerlas por lo tanto no la había visto en mucho tiempo, él se acercó a las rejas cuando vio a Camelia entrar por la puerta y acercarse hacia él.
-Johnny ¿Qué está sucediendo?-Preguntó Camelia aferrándose con ira a los barrotes.
-Todo es porque no seguí con las entregas-Dijo Johnatan acariciando su cuello desnudo.
-Te sacaré de aquí, no te mereces estar en este lugar.
-Prométeme que todo estará bien.
El joven le creyó con solo el beso que recibió a través de las rejas, fueron separados una vez más cuando le dijeron que ya se había acabado el tiempo, él pasó la noche en ese lugar donde la cama era de metal, no tenía ninguna manta para cubrirse por lo cual pasó frío esa noche de invierno, a la mañana siguiente James y el tío Tansel se aparecieron pagando la fianza dejándolo libre y diciéndole que estarían analizando el caso y que tenía derecho a un abogado, el chico estaba agotado cuando le dijeron que sería vigilado a todas horas.
Johnatan estuvo encerrado en su departamento, tuvo que faltar a clases por la vergüenza de qué dirían los demás y además no tenía permitido salir de su edificio, le habían comunicado que la chica había sido encontrada en el piso de su habitación del campus con una sobredosis, él no tenía demasiado comunicación con ella y nunca le había realizado alguna entrega, ni siquiera sabía que ella consumía, era la más decente de ese grupo que había conocido un mes atrás, todo el escenario le parecía sospechoso y se preguntaba cómo había planeado todo Claire.
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Hundimiento
Teen FictionJohnatan Harris siempre se mostró como el chico despreocupado, divertido, siempre positivo pero eso solo es la superficie, en un largo viaje para encontrar autoestima y superar los obstáculos que le imponen las voces en su cabeza Johnatan trata de a...