Capítulo 24

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 Holaaa, me he tardado un poco en publicar el capítulo debido a una crisis jajaja, ya estoy bien, en fin, acá les traigo el capítulo 24 de Hundimiento, si quieren pueden pasarse por mi instagram @davidnightmare97 al cual subo contenido diario, ya sé que la semana ya comenzó pero feliz comienzo de semana :)

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 Estaba cansado de visitar tantos hospitales, ese año fue al hospital más veces de lo normal porque por Emily tuvo que caminar por tantos blancos pasillos y ahora para visitar a la castaña después de tanto tiempo sin verla, necesitaba explicaciones de lo qué había sucedido pero él había entrado junto a Susan quien ya estaba con un café en mano, la joven tenía puesto un sweater azul con distintas flores estampadas que le pertenecía a Johnatan, tuvo que cambiarse debido al vómito de este último, apenas llegaron a la habitación donde estaba la castaña él se había sorprendido porque escuchó esa risa contagiosa detrás de la puerta, Camelia había desaparecido y estaba herida pero ella todavía reía de los chistes de alguien.

 El chico había dado unos suaves golpes a la puerta y olió sus axilas preocupándose más por si olía mal, no era consciente del terrible olor a cigarrillos y cerveza que cargaba, cuando se le permitió entrar se encontró a Iggy que estaba parado al borde de la cama, hacía tanto que no lo veía moviéndose hacia un joven de ojos verdes mientras lo observaba morderse el labio porque parecía que los hospitales lo ponían nervioso y los rizos rubios de Iggy parecían salvajes, la muchacha estaba postrada en la camilla, tenía esa mirada feroz que la destacaba incluso cuando estaba contenta y una herida en la frente que tenía una venda, él no pudo contenerse y corrió hacia ella a abrazarla, la joven castaña lo recibió en sus brazos pero se separó un poco debido al aroma, de todas formas lo sostuvo de las mejillas y lo besó como si nunca se hubieran besado antes.

 Camelia estaba tan feliz de verlo que estaba a punto de llorar olvidándose de que hacía unos segundos estaba riendo, sus ojos se pusieron llorosos y el pelirrojo acarició su mejilla tratando de reconfortarla, ya estaba en casa y ella solo quería que Gisela pagara por lo que hizo sintiéndose una tonta porque no sabía dónde se encontraba la rubia pero la persona que pensó solo sería una chica inocente, terminó siendo la que la alejó de sus amigos de la peor forma posible porque casi terminaba muerta, no quería que esa rubia estuviera cerca de Johnatan tomando grandes medidas porque ni siquiera quería que hablara con él, ninguna persona en su sano juicio haría lo que la rubia había hecho con ella, podía perdonarla pero no la quería cerca de ella o de Johnatan o de sus amigos; sintió la mirada de Johnatan mientras ella bebía de una botella de agua.

 Ese mismo día le habían dado el alta ya que no fue nada grave, solo tenía una pequeña herida que dejaría una marca, ella no se quejó pero lo que le llamó la atención fue la chica rubia que se encontraba en el frente del hospital con esposas a punto de subir a una patrulla, la joven se acercó a ella junto a sus amigos, entre ellos, Oliver.

 -¿Por qué lo hiciste?-Preguntó Camelia desafiante.

 -Esta no eres tú, Gisela porque nunca harías algo así pero dime que es un malentendido incluso si no puedo perdonarte-Aclaró Oliver.

 -Lo siento, ya sé que no podrán perdonarme, sobre todo tú Oliver pero no es un error, necesito ayuda y ya sé que causé demasiado daño, no tengo excusas, solo que nunca podré perdonarme a mí misma-Murmuró Gisela entre lágrimas.

 -Sube a la patrulla, traidora pero solo si es que ya terminaste tu discursito-Dijo Claire sonriendo con miedo.

 Sabía que algo andaba mal con Gisela como para hacer semejante cosa, en ese momento no sentía lástima por ella, la sentía por el morocho más su familia que vivieron una mentira desde hacía años y ahora la realidad era totalmente diferente, ella sabía que Oliver había conocido la traición por parte de sus antiguas parejas pero esto no era nada comparado con eso, debido a que se trataba de su mejor amiga de la infancia, la castaña vio a la patrulla irse y rodeó con un brazo los hombros del novio de Susan, la rubia estaba algo perdida pero ella tampoco confiaba demasiado en Gisela, después de todo el daño que la muchacha había causado no fue mencionada en todo el camino a la cafetería donde trabajaba Johnatan, donde se habían enterado de las noticias y le habían notificado al chico que al día siguiente ya podía volver a trabajar también se alegró al volver a observar a la castaña.

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