Hundimiento

Capítulo 18

 -¿Crees que me esté ignorando?-Preguntó Johnatan frenando de golpe, estaba junto a la rubia caminando hacia la siguiente clase-No respondas eso, es obvio que me está ignorando ¡Esto es increíble! ¡Esta vez sí la cagué!

 -¿Qué hiciste esta vez?-Suplicó la rubia mientras hacía burbuja con un chicle.

 -Me acosté con ella.

 -¡¿Qué?! Está bien, mira pero haremos esto, no iremos a clase pero esto es muy importante, vayamos a la cafetería Mair y me contarás absolutamente...¡Todo! Con lujo de detalle.

 Johnatan se quedó mirando a su amiga pero le hizo caso y vieron como todos los alumnos estaban ingresando al pabellón pero ellos fueron en dirección contraria hacia el barrio universitario, llegaron a una cafetería que tenía un hermoso jardín y se sentaron en una mesa de afuera pero observó el rostro decepcionado de la rubia al ver que las mesas en el interior estaban ocupadas, mientras esperaban a un mesero hablaron de lo que sucedió entre Johnatan y Camelia porque era muy importante y le contó que intentó comunicarse con ella pero no hubo resultado y que también la pasó a buscar al gimnasio pero no había ido.

 -Confirmado, me está ignorando-Dijo Johnatan levantándose de su asiento.

 -Te reto a llamarla-Comunicó Susan jugando con su cuchara.

 -No la llamaré, me contestará el buzón de voz.

 -No pierdes nada con intentarlo.

 -No lo haré.

 -Entonces habla con alguien que sepa de ella, con algún amigo.

 -Espera, llamaré a Zoe.

 El tono dio ocupado por unos minutos hasta que la suave voz de la morocha atendió.

 -Hola Johnny ¿Qué se te ofrece?-Preguntó Zoe del otro lado con indiferencia.

 -¿Sabes algo de Cam? Creo que me estuvo ignorando-Repitió Johnatan molestando con la mirada a la rubia.

 -Oh, solo está resfriada y su celular se descompuso.

 -Dile que pasaré a visitarla.

 -Se lo diré.

 Él no se creía ni lo del resfriado ni lo del celular, así que pensó que sería buena idea ir a enfrentarla y hablar con ella del encuentro que habían tenido la noche anterior, solo esperaba estar a solas con ella y no tener que hablar al frente de Zoe pero algo le decía que la morocha no los dejaría solos por el bienestar de Camelia, no sabía qué sucedía con la castaña pero quería averiguarlo y escucharlo de sus propios labios, Camelia se había vuelto una experta en alejarse de él y de sus amigos y se había comido muchas faltas en la universidad.

 El pelirrojo pagó lo que había consumido junto a Susan y ambos habían emprendido viaje hacia el departamento de la chica para visitarla, tal vez Susan podría ser una distracción para Zoe mientras que ellos podían quedarse hablando de lo ocurrido, Johnatan se estaba arrepintiendo de haberle dicho que estaba loco por lo que tenía con ella pero era lo que realmente sentía, podía volver caminando a su departamento y encerrarse a quedarse mirando la pantalla vacía de mensajes de su celular o podía enfrentarla.

 Con cada paso que daba Johnatan, los nervios se acumulaban en su estómago y era consciente de la mirada de Susan sobre él, seguramente se estaba preguntando sobre la relación de ellos pero él no tenía respuestas, cuando intentaba explicar lo que sentía frente al espejo, no podía decírselo ni siquiera a él mismo, ya lo había intentado; estaba cada vez más cerca del centro y cada vez más cerca del departamento de Camelia, su rostro se había puesto rosado y ni siquiera hacía calor, él solo estaba más nervioso que nunca.