Día 2: Caricias

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—¡En verdad es natural! —Exclamó Tsuna al tocar la zona del cabello de Mukuro que le daba aspecto de piña y no sentir ni una pizca de fijador.

Estaban en la antigua sala de cine de Kokuyo Land, sentados en el sofá desgastado con Mukuro recostando su cabeza en las piernas de Tsuna para que tocará su pelo.

—¿Contento ahora?

—Sí y no. ¿No se arregla si lo dejas crecer? —Mukuro no respondió—. ¿Mukuro?

—Me gusta mi estilo actual... —No iba a decirle que el remolino de su cabello tomaba forma de tentáculos si se lo dejaba crecer.

—Estás escondiendo algo. —Le dijo con una sonrisa socarrona y Mukuro maldijo mentalmente su intuición—.  Y no fue mi super intuición.

—Para el carro atún, que el mentalista aquí soy yo. ¡Agh!

Mukuro se levantó de un salto cuando Tsuna tiró del remolino de su cabello.

—Ups, mi error. —Dijo Tsuna con fingida inocencia mientras soltaba unos pocos mechones que había arrancado.

Mukuro sintió un tic en su ojo derecho al ver su cabello en el piso.

—Tsunayoshi-kun. ¿Conoces el dicho "ojo por ojo, diente por diente"? —Le preguntó con aparente calma.

—Claro.

—Agreguemos algo a ese dicho. —Su sonrisa se borró mientras exclamaba—. ¡Pelo por pelo!

Tras esto Mukuro se abalanzó sobre Tsuna para tratar de jalar su cabello, como si fuera una de esas peleas entre mujeres de novela mexicana rodaron por el suelo y casi se rompen el cuello de los jalones de pelo que se dieron.

Una vez cansados, ambos se tumbaron boca arriba en el suelo para recuperar el aliento. Cabe decir que estaban rodeados de cabellos castaños y azules, pero nada demasiado serio.

—Eres muy... Vengativo... —Se quejó Tsuna con dolor de cabeza.

—Y me lo... Dices... Tú... —Respondió Mukuro, él incluso había perdido uno de sus pendientes en la pequeña riña.

Al pensar en esto recordó como se sentía el pelo de Tsuna cuando tiró de él, era muy suave y esponjoso a pesar de su apariencia.

Caprichoso como era, llevó su mano a la cabeza de su cielo para sentir de nuevo ese tacto.

—¡Hieeeee! ¡Me rindo así que no me dejes calvo! —Claro que Tsuna pensó que quería seguir con su venganza.

—No es eso. Tu pelo es esponjoso, déjame tocarlo un rato.

—¿Eh?

Para cuando Tsuna se dió cuenta, habían invertido la posición de antes, teniendo él su cabeza en el regazo de Mukuro mientras esté repartía caricias en su cabello.

—¿Quién lo diría? El atún tiene el cabello suave, como la melena de un león.

Tsuna se sonrojó por la comparación, era raro que elogiaron su cabello antigravitacional. Así que feliz, cerró los ojos y disfrutó de las caricias que le daba Mukuro.

Fin.

Yo: ¡Y seguimos con está loca pareja(≧▽≦)/! Creo que ellos serían el tipo de pareja que pelea por cosas tontas a menudo y luego vuelven a estar en modo meloso. ¿Qué opinan ustedes👀?

30 Days Couple ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora