30 Days Couple Challenge

Día 5: Besándose

Afortunadamente alcanzaron a tomar el metro para llegar a su destino, el acuario.

Ese día habría un espectáculo de delfines que era muy popular, así que iban a mirar las peceras mientras esperaban que comenzara.

—Oya, mira Tsunayoshi-kun. ¿Ese no es pariente tuyo? —Preguntó Mukuro mientras señalaba un atún y aguantaba la risa.

—Ja, ja, ja. Muy gracioso Mukuro. No me hagas decirte cuántas veces te confundí con uno de tus hermanos en las fruterías.

La sonrisa de Mukuro se congeló y ambos se mantuvieron en un duelo de miradas por un rato.

—¡Mamá apúrate o no llegaremos a los delfines! —El gritó de una niña que pasaba cerca de ellos hizo que miraran cada uno el reloj en sus muñecas.

Se miraron a los ojos tras confirmar la hora y sin decir nada, echaron a correr en perfecta sincronía para ir a sus asientos.

Gracias a la pequeña llegaron justo a tiempo para el show. Sus asientos estaban en primera fila, así que a veces eran salpicados cuando los delfines saltaban fuera del agua para hacer acrobacias.

Al terminar el espectáculo, Tsuna corrió como un niño pequeño a la zona donde te dejaban acariciar a los delfines mientras Mukuro lo seguía con una sonrisa.

—¡Awww~! Mira que son tiernos. —Dijo Tsuna mientras acariciaba a un par de delfines.

Los delfines y el atún.

Mukuro sintió su corazón en la garganta cuando Tsuna volteó a verlo acusadoramente tras pensar lo anterior.

—¿Ven a esa piña de ahí? No le den mimos, es muy pesada. —Le susurró a los delfines que parecían entenderlo al responderle.

Jugó un rato más con ellos, hasta que el que tenía de frente se impulsó y le dió un sorpresivo beso en los labios.

Mukuro que estaba bebiendo una soda se atoró al ver esto y comenzó a acercarse para alejar a SU atún de esos ladrones. Pero otro de los delfines lo vio y antes de que llamara a Tsuna le lanzó un chorro de agua, dejándolo empapado y con su peinado de piña pareciendo más una palmera.

Al verlo, Tsuna se dobló sosteniendo su estómago por la risa y el delfín que lo empapó se apoyó en su cola para alejarse de ellos mientras aplaudía y se reía.

—Odio a los peces... —Masculló Mukuro luego de haberse lavado la cara y el pelo en el baño.

A pesar de esto, el olor a pez permanecía en el mientras se secaba con una toalla comprada en la tienda de recuerdos. Ni siquiera estaba mirando los peces del túnel por el que pasaban.

—Pero si son lindos. ¿Y no dices que yo también soy un pez? O me odias o te gusto, decídete por uno. —Le dijo Tsuna entre risas.

—¿Quién dice que no puedo hacer ambos? —Tsuna rió más por esto—. Oh, eso me recuerda...

Tsuna sintió una mano en su hombro así que volteó a ver a Mukuro, pero al momento sintió la presión de sus labios contra los suyos. Mukuro sostuvo su nuca para que no se apartara y empezó a jugar con su lengua de forma exigente, como si reclamara los labios de Tsuna y dejándolo sin aire.

—¿P-por qué tan de repente? —Preguntó Tsuna al separarse.

Sus orejas y cuello estaban rojos por el sonrojó al igual que su rostro, y sus ojos tenían un brillo de vergüenza y alegría.

—Kufufufufu, solo quise hacerlo. Aunque uno no fue suficiente... —Susurró antes de volver a besarlo de forma más calmada.

Fin.

Yo: Espero haber descrito bien las acciones de los delfines😅.