Día 3: Jugando o viendo una película

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Vivir en un centro de recreaciones abandonado tiene muchas ventajas, si ignoras las telarañas, goteras, ventanas rotas, grietas en la pared, el polvo y muchas otras.

¿La parte favorita de Mukuro?

El centro de boliche.

—Y otro pleno, en serio eres bueno en esto. —Dijo Tsuna mientras Mukuro volvía a colocar los pinos del juego.

—Es bastante divertido y bueno para el estrés.

—¿Estrés?

—Sí. Relaja mucho imaginar que los pinos son las personas que quieres destrozar, en especial cuando alguien no me deja pelear con la alondra.

Tsuna desvío la mirada al saber que se refería a él.

—No es culpa mía que siempre destrocen todo cuando pelean.

—Auque tú eres el que más destrozos hace cuando nos congelas... —Mukuro esbozó una sonrisa nerviosa cuando Tsuna lo fulminó al escuchar su murmullo—. Bueno, bueno. ¿Por qué no lo intentas también ya que estás aquí? —Le preguntó acercándose y ofreciéndole una bola—. Te enseñaré.

—...Solo no te burles si la mando al canal.

—Kufufufufu, descuida. He visto a Ken hacer tantas veces el ridículo que ya casi no me rió por errores en el boliche.

—¿Qué ha echo? —Preguntó mientras Mukuro lo guiaba para tener la posición adecuada al lanzar.

—Digamos que suele perseguir la pelota como si fuera un gato. Y más de una vez se ha lastimado al morderla por no acertar ni a un pino.

Tsuna tuvo que contener la risa al imaginar al pobre rubio en esas situaciones. Una vez calmado, dió su primer tiro, que por supuesto fue al canal. Trataron unas cuantas veces, y al menos logró derribar unos pocos cuando llegó la hora de volver a Namimori.

—Déjame intentar algo antes de irme.

Mukuro solo asintió y vio como Tsuna tomaba la bola y se colocaba en posición de lanzamiento, pensaba que sería como las otras, pero de buenas a primeras la sonrisa de Tsuna se oscureció y Mukuro sintió que el vello de su nuca se erizaba al reconocer la misma aura que emitía el castaño cuando su paciencia alcanzaba el límite y congelaba todo y a todos.

Lanzó la bola con gran impulso y esta arremetió contra los pinos y lanzándolos por toda la pista, logrando su primer pleno.

—¡Mukuro tenías razón! ¡Es súper desestresante imaginar a las personas que quieres golpear! —Exclamó Tsunayoshi con sus ojos brillando de emoción.

—Y-ya veo. ¿A quién imaginaste? —Preguntó con una sonrisa nerviosa.

—A ti. —Mukuro sintió algo romperse en él cuando Tsuna dijo eso con una gran sonrisa—. Y a Xanxus-niisan, Hibari-san, Byakuran, Gokudera-kun, que por cierto no le digas que lo hice pero es que no para con la dinamita, también a...

Y Tsuna siguió animado con su lista, sin percatarse de la mirada vacía de Mukuro, que lloraba internamente al ser quién encabezaba la lista negra de su novio.

Fin.

Yo: ¡Buajajajajajajajaj🤣! En estos retos creo que habrá mucho bullyng cariñoso contra la piña🤭.

30 Days Couple ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora