𝐂𝐅║ ❝ La salud mental puede ser afectada por otros hasta que termines por derrumbarte frente a los que más. ❞
『En donde Aine y Blake se conocen via Instagram sin saber lo que conllevaría sus sentimientos y la presión de otros sobre ellos. 』
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No estaba consiente de cuanto tiempo había pasado con exactitud, estaba nerviosa y atemorizada a la vez, quería hablar todo, quería soltar cada cosa que sentía pero por mas que intentase las palabras no salían por miedo a que yo fuera juzgada.
—Aine. —como en el ultimo tiempo que llevaba aquí la psicóloga intenta llamar de mi atención, manteniéndose atenta a cualquier acción que realizara o palabra que saliera de mi boca.
—¿Si? —hablo atemorizada y no sabía el porque de eso.
—Sabes que puedes hablar conmigo, ¿cierto? —comento aun desde su asiento frente a mi y yo asentí a lo dicho. —Yo no te juzgare y lo sabes, querida. —hablo delicadamente y por alguna extraña razón eso hizo un porcentaje del miedo que sentía disminuyera.
¿Por que debía de temer? ¿Porque solamente no podía hablar y ya? Lo había hecho miles de veces en la clínica, ¿que diferencia tiene esta? Claro, la diferencia de aquellas veces era que yo estaba sumergida en medicación e incluso con leves dosis de calmantes y que hablaba con un psicóloga diferente que no era del campus de la universidad.
Una vez mas regreso mi atención hacia mis manos sobre mis regazo, jugando con mis dedos ahí nerviosamente.
Tranquila Aine, solo relájate y habla.
Intento calmarme a mi misma y tomando un gran bocado de aire regreso mi mirada hacia con la persona que se encontraba frente a mi, agradeciéndole que llevaba ya tiempo esperándome pacientemente.
—Dime, ¿porque tanto temor? —opto por preguntar delicadamente.
Respira profundo y exhala, relájate Aine esto ya lo hemos hecho muchas veces.
—Yo.. —inmediatamente callo por temor.
—Tomate tu tiempo, no te obligare a hablar. —me calma y yo asiento a lo que ella dijo.
Tenía que hablar, me había decidido por venir a solo desahogarme, ya que, con otras personas no era capaz y lo que me reconfortaba era que a esta psicólogo no tendría que verla todos los días.
—Yo sueño, o mas bien revivo cada cosa por la que tuve que pasar alrededor de todo el trauma. —logro hablar tras tantos rodeos.
—¿Que cosas revives, es un sueño? —pregunto la doctora un tanto mas interesada y esperando atenta por mis palabras.
—No, no es un sueño. —comento negando múltiples veces. —Es algo que ya viví, algo por lo que pase. —logro hablar.
—¿Y que fue lo que viviste? —pregunto a un mas interesada, observando como ella anotaba en su cuaderno que reposaba sobre su regazo.
Quedo en silencio, siéndome inevitable el volver a jugar con mis manos sobre mi regazo, solo que esta vez movía de mis piernas nerviosamente.
—El primer ataque, cada segundo de como lo viví y cada gramo de impotencia que sentí.
