𝐂𝐅║ ❝ La salud mental puede ser afectada por otros hasta que termines por derrumbarte frente a los que más. ❞
『En donde Aine y Blake se conocen via Instagram sin saber lo que conllevaría sus sentimientos y la presión de otros sobre ellos. 』
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1 Semana Después.
Antes de bajar del Uber me aseguro de pagar y así tomar las únicas dos bolsas de compras que habría hecho en Target.
Una vez que bajo me dispongo a caminar hacia mi edificio pero freno en seco al ver el Tesla negro de Blake.
Lentamente me acerco y antes de poder lograr mirar por la ventanilla el ya se habría adelantado a abrir la puerta y salir del auto.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó confundida pero a la vez divertida.
—No mucho, solo cruce la ciudad para pasear por estas calles.
—Que gracioso. —ruedo los ojos y retomo mi camino hacia el edificio, logro escuchar como Blake rápidamente cierra el auto y corre hacia mi, arrebatando las bolsas de compras de mi mano.
Antes de poder reclamar el se adelantó a hablar.
—Déjame ayudarte. —no dije nada y lo guie hacia el edificio, entrando por la recepción y cruzando directamente hasta el ascensor.
Abriéndose las puertas ambos entramos y me encargo de presionar el respectivo botón de mi nivel.
El silencio que se mantenía entre nosotros no era incomodo, lo cual agradecía.
Las puertas se abrieron y caminado por un pequeño pasillo legamos a la puerta de mi departamento, introduciendo la tarjeta por la cerradura eléctrica, haciendo un ruido extraño antes de aparecer una pequeña luz verde y por último abriéndose la puerta.
—Bienvenido a mi hogar. —digo abriendo la puerta y dejando que Blake entrada con las bolsas en mano.
Cierro la puerta tras mío y camino hacia la cocina, dejando la tarjeta sobre la llave al igual que mi teléfono y cartera.
—¿Quieres agua o jugó? —preguntó al ver que el ya había dejado las bolsas sobre la barra de mármol y habría tomado asiento en uno de los bancos.
Abriendo la nevera logro sacar el jugo y servirme de este en un vaso.
—¿Condones? —escuchó que Blake pregunta tras mío.
En ese preciso instante giro sobre mis talones. —¡Blake Gray! ¿Quién eres como para revisar mis compras? —pregunta exaltada y dejando mi vaso sobre el fregadero antes de caminar a prisa hacia donde el se encontraba y arrebatarle la caja de condones de en mano y meterla de nuevo en la bolsa.
La pequeña y burlesca risa de Blake hizo presencia.
—Soy el amor de tu vida cariño y ya que veo que has comprado condones, ¿que te parece si los utilizamos?
Solo lo miro sin gracia tras su comentario.
—¡Ya llegó por quien llorabas! —el grito de Megan desde la puerta hace que esta pequeña situación se interrumpiera.
