fourty eight; duck friend

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Nervios

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Nervios. Estos me recorrían por todo el cuerpo desde que había bajado del avión, por su parte la sonrisa de Blake no se borraba desde el minuto uno desde que habíamos pisado Texas y eso me hacía feliz, verle la ilusión en el rostro de volver a ver a su familia después de casi medio año.

—Estoy nerviosa. —me sincere ante Blake una vez que cruzamos la salida del aeropuerto, en donde se suponía que nos estaba esperando su padre.

—No debes porque estarlo, bae. Ellos ya te adoran y aún no te conocen. —me tranquilizo con su sonrisa de dentadura perfecta, notando la emoción en su mirada.

—De acuerdo. —dije un poco convencida. Esto de conocer a los padres de mi pareja era algo nuevo para mi, pero el hecho de que Blake había viajo y conocido a mis padres se significaba mucho para mi, y sabía que también lo era para el.

—¡Papá! —grito por encima de todo el ruido, llamando la atención del señor ya adulto, pero para ser sincera atractivo para su edad, ahora entendía de donde Blake había sacado sus genes.

Blake con su mano libre toma de mi mano, guiándome hacia el arrastrando de nuestras maletas por el pavimento del aeropuerto.

—Hijo. —saludó su padre y tomándolo por los hombros lo atrae a él en un abrazo, obligándome a soltar su mano. —Y tú debes de ser Aine.

—Así es, un gusto señor Gray. —salude estrechando mano con el tímidamente.

—Por dios deja atrás eso, llámame Ronnie que señor Gray me hace sentir ansiano. —bromeó y yo reí, dejando atrás mis nervios.

Después de eso su padre nos ayudo a subir las maletas al auto y así partir a la casa de la familia de Blake, notando cuan feliz se veía desde la parte trasera del auto.

—¡Ya llegue! —exclamó Blake cuando abrió la puerta de su hogar y dejando nuestras maletas a un lado el corre a abrazar a su madre, la cual lo esperaba con los brazos abiertos.

—Blake. —artículo ella atrayendo a un más a su hijo en el abrazo y por mi parte solo me dispuse a mirar la escena con cierta melancolía.

—Déjame presentarte. —dijo Blake hacia su madre y ella sonrió y con un gesto el me indica que me acerque. —Mamá, ella es Aine.

—Hola, es un gusto conocerla. —salude y la sonrisa que llevaba ella se agrandó aún más y antes de que me pudiera percatar ella ya me había envuelto en un abrazo, devolviendo yo de este algo anonadada.

—El gusto es todo mío, querida. —me sonrió y eso solo me hizo sentir integrada.

—¡Oh por dios! —escucho como Blake exclamo y tanto su madre y yo volteamos a mirarlo con cierta confusión, en especial yo que no podía descifrar el porqué de su emoción. —Debo ir a pescar. —comentó emocionado que dirigía su mirada del lago que estaba detrás de su casa hacia nosotras.

—Adelante, la cena aún no está servida así que pueden divertirse. —mencionó esta vez su padre.

—De acuerdo. —se adelanto a hablar Blake y tomándome de la mano me indica que lo siga con mi maleta en mano.

—Permiso. —indique al estar en una casa desconocida.

—Propio. —dijo su madre sonriendo y a la vez desapareciendo con dirección a lo que supuse que era la cocina. Lo menos que quería era verme descortés, en verdad quería agradarle a sus padres.

Siguiendo a Blake por el pasillo, el abre la puerta de lo que supuse era su vieja habitación, indicándome el que entrara primero y yo así lo hice.

—¿Te gustaría acompañarme a ir a pescar? —preguntó interesado.

—Por que no, quiero ver como fallas. —bromee riendo y el en signo de que callará estampó sus labios con los míos.

—¿Y bien?

—Quiero ver cómo triunfas. —corregí y el sonrió victorioso.

El antes de salir de la habitación se asesoro de tomar de mi mano y guiarme por su casa, tomando una caña de pescar antes de salir por el patio trasero hacia el lago.

—¡Oh por dios! —esta vez fue mi turno de exclamar con emoción. —¡Patos! —exclame emocionada como toda una niña pequeña y el río.

—Así es. —dijo riendo.

—Date prisa, quiero ir con los patos. —hable apresurada a la vez que intentaba jalar de la mano de Blake en signo que se apresurará pero claramente falle al ser el mucho más grande que yo.

Las siguientes dos horas las dediqué a entretenerme con aquellos patos, tomando asiento a un lado de el pequeño grupo, intentando lograr que uno se acercara hacia mi, lo que al final logre para mi sorpresa.

—¿Puedo adoptar uno? —grito lo suficiente alto como para que Blake me escuchara desde donde estaba intentando pescar.

—No. —dijo y yo realize un puchero que el a distancia logró ver, riendo ante aquella acción.

—¡La cena está listo! —se escucho el grito de la madre de Blake desde la casa, indicándonos que era tiempo de entrar.

Antes de que Blake pudiera verme, a toda prisa realizó de mi plan y con dificultad metí de mi amigo el pato a mi enorme sudadera.

—Aine. —escucho a Blake tras mío y fingiendo que todo estaba en orden me giro hacia el con una sonrisa, sosteniendo el peso del pato dentro de mi sudadera con una mano.

—¿Si? —preguntó inocentemente.

—¿Que tienes allí? —inquirio divertido.

—Oh, no es nada, solo es mi embarazo. —dije lo primero que se me venía la cabeza, cuando estaba bajo presión no sabía que decir.

—Creo que si te pude haber dejado embarazada de mi propio hijo eso no lo olvidaría. —habló más que evidente. —Aine, déjalo ahora.

—¿De que hablas? —continúe fingiendo. —Yo no tengo nada.

—Aine.

—Bien. —dije ya más que rendida y subiendo un poco mi sudadera dejo que mi amigo el pato saliera, dejándolo delicadamente en el suelo, apreciando como el se marchaba con los demás patos. —Adiós señor pato. —me despedí dramáticamente, logrando hacer de la risa de Blake. —¿Ahora puedo adoptarlo? —pregunte entusiasmada cuando logre que el riera.

—No.

Anyways

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Anyways.. ✨Aine y el señor pato✨

(✓) 𝐂𝐋𝐎𝐒𝐄 𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒 •˖* Blake GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora