08_ Compromiso aceptado

1.4K 190 21
                                    

El rey Claude Fish, un hombre que pase a su título, era amable y bastante humilde; que adoraba a no más poder a sus hijos y les deseaba lo mejor, ahora estaba huyendo un momento de sus responsabilidades reales, para ver a su hijo menor, quien estaba en la biblioteca, leyendo junto a Sofía.

Los dos niños mantenían una gran distancia, pero se nota que se llevaban muy bien, después de todo, su hijo odiaba leer.

-Así que Sofía, Alan, ¿se llevan bien?- preguntó el hombre, de manera amable, llamando la atención de los niños que no lo habían notado.

Ése hombre se movía como un ninja cuando huía de sus responsabilidades.

Sofía, sonrió de manera muy alegré por la pregunta mientras cerraba su libro.

-Si, es un juguete muy...

-Si, nos llevamos muy bien, señor.- respondió Alan, interrumpiendo a la niña.

El rey, que se disgustaba cada vez que su hijo menor lo llamaba señor, lo ignoró está vez y sonrió de manera muy alegré.

-¿Qué dicen de la opción de casarse y unir nuestras familias cuando sean más grandes?- preguntó, sonriente.

Sus esperanzas de que su hijo un día se comprometa con la hija de su querido amigo, no morirían jamás.

Quizás su amada esposa no esté de acuerdo, pero ella nunca aprobaba nada.

-Señor, no haga bromas así.- pidió el niño rubio, con seriedad.

El único motivo por el que estaba en ésa biblioteca, leyendo un tonto libro en silencio, era para evitar ser el juguete de ésa niña bestia, que posiblemente debía estar molestando a Edith.

-La verdad... yo si quiero.- dijo Sofía, de manera tranquila.

El silencio gobernó por unos segundos, mientras padre e hijo veían a la niña, fijamente.

-¡¿Qué?!

Preguntaron ambos, el hombre con felicidad y el niño con asco.

-Vaya... ¡Sabía que cambiarías de opinión!
Es un gran sueño mío que Alan se casé un día con alguien como tu.- dijo el rey, alegré.

De sus hijos, Alan era quien más se parecía físicamente a él, así que era cuestión de tiempo para que Sofía se enamoré y así sucedió.

Su hijo debía estar tan agradecido por tener tan buena herencia genética.

-¿No debería también estar de acuerdo el joven príncipe?- preguntó la de ojos grises, fingiendo inocencia mientras Alan la veía con enojó.

¿Cómo es que podía actuar tan bien?

-Él no se opone, ¿verdad, Alan?- preguntó el hombre, mirando a su hijo.

El niño, miró a su padre, con duda.

-Yo...

En verdad, odiaba más a Sofía que a su hermano y vaya que éso era mucho, por ser el legítimo heredero cuando él es más apto para ser el próximo rey.

En circunstancias normales se negaría a la propuesta, pero...

-Si, me hace muy feliz comprometerme con usted, señorita Sofía.- dijo el rubio, sonriendo de manera amable.

Si quería que su padre cambié de opinión y le dé la sucesión del trono a él, debía complacer sus caprichos, sin dudar.

El hombre, que iba a abrazar a su hijo con alegría, oyó como lo estaban buscando y sin más, huyó.

¿Soy una villana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora