¿Soy una villana?

18_ Pruebas de caballeros: 1

El día en el que frustraría los sueños de Cedeick Webster, de ser un gran caballero, había llegado, encontrándose ahora en el campamento donde se realizaría la competencia entre no nobles, por el título de caballero.

Miraba a todos lados, no en busca de su enemigo, sólo veía a cada hombre salvaje, actuando como idiotas, luciendo sus fuerzas y habilidades, sin darse cuenta de que desperdiciaban energía valiosa.

Eran pocos los hombres que se comportaban en ése momento y no veía a Cedrick Webster por el momento.

Un gran hombre, muy ejercitado y con varias cicatrices en sus brazos, se paró delante de ella.

-Señorita, aquí no es un lugar donde pueda venir a pasear.- dijo el hombre, cruzandose de brazos mientras sonreía con arrogancia.

Sofía, que vestía las habituales ropas de entrenamiento, ropa que sólo era para "hombres", dio un leve suspiro y mantuvo su mirada firme, sin esforzarse para levantarla y ver a ése alto hombre.

-Lo sé.- dijo de manera calmada, para desviar a ése hombre y seguir con su camino.

¿Por qué siempre tenía que haber alguien como ésa persona?
No eran más que molestias que quieren meterse en la vida de los demás.

La chica, fue detenida por el hombre, quien apoyo una mano sobre su hombro.

-Señorita, debo pedirle que se retiré, en esté lugar se realizará las pruebas para caballero.- explicó el hombre, con seriedad.

La muchacha, sintió tantas ganas de darle su merecido, pero se contuvo y sólo le empujó la mano.

-Y éso yo lo sé, quiero ser un caballero del reino.- explicó la de ojos grises, con firmeza.

Todos los que estaban cerca, voltearon para ver a la chica con sorpresa e incredulidad.

¿Una chica frágil y bonita quería blandir una espada como caballero?

Éso era ridículo, las mujeres no son lo suficientemente fuertes como para blandir una espada en batallas reales.

-¿Qué clase de cosas dice?
Aquí no es un lugar donde una niña deba venir a jugar, largo.- dijo el hombre, acercándose con enojó a ésa chica, hasta quedar a centímetros de ella.

Ésa chica que no mostraba expresión alguna y se veía tan elegante, decía cosas muy molestas.

Éso era una gran ofensa para los que en verdad estaban en ése lugar para ser caballeros.

-No hay regla alguna que diga que una mujer no pueda ser soldado.
Sólo los nobles tienen derecho a ser caballeros, pero esté torneo le da la posibilidad hasta a campesinos, si son lo mejor de lo mejor, y yo, como una noble, que se me niega el derecho de pertenecer al ejército del reinó sólo por ser mujer, voy a participar.- exclamó la chica, dándose media vuelta y siguiendo con su camino, sin importarle las miradas.

Sabía que algo así pasaría, pero no esperaba que sucediese tan rápido.

-No crea que alguien interferira en las pruebas para salvarla.
Puede perder hasta la vida, pero no habrá nadie que interfiera.- dijo el hombre, pero Sofía lo ignoró y siguió adelante.

No le interesaba en lo más mínimo darle algo de atención a un triste intentó de hombre, que se cree lo mejor sólo por ser grande y fuerte.

-Me parece bien, así sí cometo algún asesinato, no seré culpada.- susurro la chica, siendo oída sólo por algunos de los hombres que estaban cerca y sonrieron con burla.

A ésa chica le faltaba un tornillo, era más que obvio.

Era una verdadera lástima que una chica bonita, esté loca.
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