— No creo que puedas ganar princesa –Dice Hyeju al ver como su mayor agarra el martillo y se dirige a la máquina de fuerza.
— Callate –Dice Chaewon antes de dar el golpe a la máquina– Debes estar bromeando –Dijo al ver su puntuación.
— Quiero intentar –Dijo Hyeju quitándole el martillo a la mayor– Mira y aprende princesa.
— Felicidades!! –Le dijo el señor encargado del puesto a Son– Aquí tiene su premio señorita.
— Ves como se hace? –Dijo Hyeju con su peluche de lobo.
— Te pareces al peluche –Señalo Chaewon a los dos en frente de ella.
— ...Me estas diciendo salvaje? –Dijo haciendo reír a la mayor. El teléfono de la menor sonó– La casa del terror ya está abierta, el 2jin nos está esperando –Dijo agarrando la mano de la mayor para llevarla a la atracción.
Mientras caminaban hacia su destino, Chaewon se permitió observar una poco al rededor, viendo la llamativa y gigante atracción en forma de rueda, y un niño vomitando atrás de un puesto de juegos.
Cuando llegaron a la atracción, el 2jin tenía como 3 personas delante.
— Al fin llegan, me sentí como cuando mi mamá me deja sola en la fila del supermercado –Dijo Hyunjin.
— Bienvenidas a la Casa del Terror –Les dijo el señor de la entrada una vez que llegó su turno– Tendrán que encontrar llaves escondidas en diferentes lugares para poder salir, tengan cuidado, no saben que tipo de sustos les espera –Dijo intentando dar misterio– Y nos hacemos responsables de cualquier lesión o trauma que tengan dentro de la atraccion –Dijo para después abrir la puerta de entrada– Que lo disfruten.
— Muévete Park –Dijo Hyeju entrando con rapidez– Esto será pan comido.
— Vamos –Dijo Hyunjin tomando la mano de su novia no oficial.
Chaewon estaba siendo arrastrada dentro de la casa por una Hyeju competitiva, quien apenas entró a una habitación se puso a buscar llaves.
— Chae, mira esto –Dijo acercandole una calavera a la cara, cosa que asustó a la mayor, haciendo que golpeara a la contraria.
— Idiota, buscaste en el armario? –Dijo Chaewon acercándose al que se encontraba en la habitación.
— Mi escondite favorito –Dijo Hyeju abriendo el armario.
Chaewon sintió como alguien tocaba su hombro mientras Hyeju estaba revisando el armario, cuando volteo, encontró una persona con disfraz de demonio, ni se sabe bien que era, pero fue lo suficiente para asustar a Chaewon, quien corrió hacia Hyeju. Cuando menos lo esperaban las habían encerrado en el armario, se escuchaba la risa de la persona afuera.
— Genial, de nuevo en el armario–Dijo Hyeju intentando acomodarse, pues Chaewon le cayó encima y no estaban en una posición muy cómoda– Que fue eso? –Dijo al escuchar un cristal partiéndose.
— KIM HYUNJIN TE DIJE QUE NO TOMARAS ESO!!
— PERDÓN –Se escucho al 2jin.
— HYUNJIN –Grito Hyeju para llamar la atención de las mayores– GATA DESGRACIADA ESCUCHAME
— Creo que no te oyen –Dijo Chaewon, el armario era lo suficientemente grande para que se pudiera sentar en una esquina.
— Me di cuenta –Dijo sentándose del otro lado, quedando con la mirada hacia Chaewon.
— Que tanto me ves? –Pregunto después de un rato, la mirada de Hyeju la ponía nerviosa.
— No te han dicho que pareces un Umpa Loompa?
Un suspiro salió de parte de Chaewon –Más seguido de lo que crees –Contestó buscando una posición comoda– Como saldremos de aquí?
— Pues solo queda romper la puerta –Dijo Hyeju dando pequeños golpes a la madera– No es tan dura, creo que puedo romperla
Hyeju se levantó dentro del pequeño armario, y le dio un golpe a la puerta, dejando escapar un quejido, pues le dolió bastante.
— Por que no intentas de una patada mejor? –Dijo Chaewon viendo como la menor agarraba su mano lastimada.
Hyeju hizo lo que Chaewon le dijo, le dio una patada, su pie quedó atravesando la puerta y perdió el equilibrio, pero Chaewon la atrapo antes.
— Soy pequeña, pero no salgo por ese hueco –Dijo ayudando a la menor a recomponer la postura, había hecho un hueco, pero no muy grande.
— Pues a seguir pateando –Dijo Hyeju lista para volver a romper la puerta.
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— Te dije que no lo tocaras –Decía Heejin regañando a Hyunjin, quien rompió un jarrón que había en una de las pequeñas mesas de la casa del terror.
— La curiosidad mató al gato –Dijo en su defensa, antes de escuchar una risa para relajante, y luego gritos de mujer muy agudos.
— Que fue eso? –Dijo Heejin con evidente miedo, cuando escucharon pasos cerca de las escaleras que se encontraban en frente de ellas.
— Quieren jugar conmigo? –Decía una niña llena de sangre falsa, con un oso de peluche sin cabeza, y dos trenzas, pero un pequeño detalle que hizo que Hyunjin saltara a los brazos de Heejin, es que la niña no tenía cara.
— No gracias –Dijo Heejin para después correr con una gata asustada en sus brazos.