Haseul ya se encontraba en el aeropuerto para volver a Islandia, se sentía extraña ya que no había ido desde hace más de 5 años, sabía que iba a recordar varias cosas de su niñez.
El día anterior había pasado todo el día con Kahei, se la pasaron en el Departamento de la mayor viendo películas y hablando, también habían intentado cocinar, pero Haseul solo se equivocaba con las medidas y Kahei la corregía, realmente la pasaron bien.
Soltó un suspiro antes de subir al avión, no tenía muchas ganas de ver a sus familiares, sabía bien la razón por la que Yeojin no quería regresar, y deseaba poder escoger, pero ella era heredera de la fortuna de la familia como la hija mayor. A pesar de que fueran controladores con ella, sentía aprecio por sus padres, quería pensar que querían lo mejor para ella, y no para la empresa.
— Hogar...salado hogar –Fue lo que dijo al encontrarse en frente de la mansión de la familia Jo.
— Señorita Jo, bienvenida a casa –Saludo la amable señora, encargada de todo lo que pasaba.
Kim Yongsun, ama de llaves de la mansión Jo, se aseguraba de que todo estuviera en pie, pero eso no quería decir que fuera una persona sin sentimientos. Ella estuvo presente durante la juventud de Haseul, y fue ella quien verdaderamente la crio, ya que los padres de Haseul nunca fueron muy cercanos a ella, tampoco hacían el intento.
Haseul le tenía un gran cariño a la señora Kim, al verla no dudó en abrazarla con una sonrisa, era de las pocas personas que extrañaba de su familia, aunque no estén relacionadas de sangre, Haseul la consideraba como su madre.
— Vamos, dejemos esto en tu habitación y me cuentas como te fue en todos estos años –Ayudó a Haseul con las maletas, pero esta se negó y las llevó por si misma al segundo piso– Y como esta Yeojin?
— Bastante bien, solo que dejó de crecer a los 13 –Yongsun río negando con la cabeza, sabía que a la menor le molestaba ser bajita, de niña siempre se quejaba por no poder alcanzar el cereal– Y mis padres?
— Dentro de unas horas volverán de una reunión de trabajo –Sonrió con un poco de tristeza.
Yongsun había estado presente en cada pelea de la pareja desde que la habían contratado, nunca hubo amor entre los señores Jo, todo su matrimonio había sido planeado, y no existía el mínimo afecto entre ellos. Fueron comprometidos cuando eran jóvenes pero llevaba planeado desde que nacieron, y siempre los criaron sabiendo que entregarían su vida al negocio familiar, así que no se quejaron, y lo único por lo que peleaban eran negocios y las vidas de sus hijas, las cuales también los obligaron a tener.
Fue maternidad no deseada, así que ni se molestaban en demostrar el mínimo cariño a sus hijas, en público, eran la familia perfecta, sonrisas falsas, amor que no sentían. Haseul fue la que sufrió más por eso al ser la mayor de las hijas Jo, Yongsun recordaba el rostro de confusión de Haseul cuando era niña y sus padres la abrazaban, no estaba acostumbrada al contacto físico, y lo recibía solo cuando estaban en público, pero al llegar a casa no obtenía más que insultos y gritos por malas caras, o sonrisas poco creíbles.
Yongsun estuvo pendiente de Yeojin apenas nació, ella y Haseul se habían convertido en lo más valioso para ella, sentía que eran sus propias hijas, y se prometió siempre cuidarlas para que no sufrieran más. Yeojin igual recibió malos tratos, pero Haseul siempre estaba ahí para abrazarla y decirle que no era su culpa.
Haseul nunca tuvo una infancia normal, y no quería que lo mismo le pasará a su hermanita.
— Perfecto, tendré unas horas de tranquilidad –Yongsun río por el comentario de su menor– Que le parece si vamos por café? Hace tiempo no pasamos tiempo juntas –Lo dijo con emoción, le encantaba estar con su unnie.
— Bueno, no creo que pase nada si me voy unas horas –Haseul salto de la felicidad, era lo único que extrañaba.
Vieron a mi papá?
Adivinen quien descubrió a su wrecker en Loona 🦂
Quien creen que es?
Chaewon
Haseul
Jinsol
Yerim
Hyunjin