Aviso: quizás deban releer el capítulo cuatro para refrescar la memoria sobre ciertos personajes.
Ya te he contado los primeros eventos más traumáticos de mi vida, te he presentado —a medias— las principales personas de mi vida, he establecido como soy y mi forma de actuar junto a las de las otras personas de mi entorno, y aún queda mucho por mostrar y contar, pero ahora quiero que te pongas en mi lugar un segundo. Por unos momentos quiero que te pongas en mis zapatos y, siendo yo, recuerdes tu vida desde que naciste hasta la mitad de tu año a tus dieciséis.
Te llamas Jessica. Tus padres te pusieron Jessica Alessandra. La diferencia entre los dos es que Jessica lo aceptaste y lo hiciste tuyo y se convirtió en tú nombre y no el que te dieron al nacer.
A tus seis años, tu entrenamiento de vida comenzó. Al principio fueron entrenamientos de ejercicios pequeños y, para fortalecer tu fuerza, te comenzaron a meter a clases de deportes. Primero fueron las clases de básquetbol, no estuviste mucho tiempo gracias a que, por tu edad, la altura no ayudaba. Durante dos años fueron enseñanzas de pelea en bajo nivel y ejercicios. Ya a tus ocho años entraste a clases de vóleibol a la vez que te enseñaron a manejar armas blancas. A los nueve te metieron a clases de baile ya que la flexibilidad ayuda al igual que las acrobacias. A los diez años entraste a clases de futbol y comenzaron a intensificarse los combates de cuerpo, peleas con cuchillos y entrenamiento de boxeo. A los once cambiaste las clases de baile por canto, ya que tenias buena voz. Tú querías ya aprender a usar armas de verdad, pero tu mamá no quería hasta que tuvieras mínimo trece. Ya a tus doce ya no tenias nada más que aprender de fútbol y por eso te despediste de las clases, tu entrenadora de canto también dijo que estabas lista para cantar cuando quieras y tu fuerza y habilidad para pelear estaban a la del nivel de una persona común de unos dieciséis años.
Y a los doce mismo fue cuando tu vida comenzó a irse a la mierda.
Un día te diste cuenta del ajetreo de los trabajadores de tu papá y decidiste seguirlos hasta donde iban.
Esa imagen quedará grabada en tu cabeza para siempre.
Habían asesinado a tu madre y con ella muere ese muro que habías construido inconscientemente de evitar que salga quien eres. Pasaste en segundos de sentirte triste y devastada a sentir una ira descontrolable.
Le ordenaste a papá que maté al hombre culpable y sentiste satisfacción en ver como caía sin vida al suelo.
Papá te había dicho que la clave de su éxito es que solo asesinaba cuando era necesario y que solo dos veces había asesinado por ira y esas dos fueron por Natalie.
Pero luego de años te diste cuenta de tu fallo. Porque el peligro no está en el matar, sino en el que te guste.
Y tu sentiste el placer que sentían los asesinos al quitar una vida. No te sentías poderosa por jugar a ser Dios como muchos, tú sentías satisfacción al arrebatarle la vida a alguien que no la merecía.
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JESSICA
Mystery / Thriller"Ella no es peligrosa por saber lo que quiere. Lo es por saber lo que vale." -David Sant. Vivir en un mundo de narcotraficantes suena como una pesadilla, ¿no? Pues para Jessica Di Angelo es lo mejor del mundo. Hermosa y letal es como muchos la descr...