25🍁 Ya Directamente No Te Quiero

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¿Cuántas veces puede alguien morir? Porque yo morí muchas veces y puedo decir que no renací hasta la última

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¿Cuántas veces puede alguien morir? Porque yo morí muchas veces y puedo decir que no renací hasta la última.

En todas las veces que morí volví como un zombie, no como una persona.

No estaba viviendo, estaba sobreviviendo, constantemente.

Morí por primera vez junto a mi mamá, morí de nuevo cuando murieron mis mejores amigos, otra vez cuando ________, también cuando ________ y la última vez cuando por fin logré mi cometido.

Esa vez realmente renací.

Era una persona nueva e inmortal.

No pensaba morir de nuevo.

No de esa manera.

🍁🍁🍁

Mientras siga avanzando la historia podré decirles las partes censuradas, pero tranquilos, que mi vida está llena de desgracias, no van a tener que esperar mucho.

Ahora como último acontecimiento que sucedió en las dos semanas solos en casa con mis hermanos.

¿Hacemos un "bienvenidos a la vida de Jessica"? ¿Si pega?

Siempre pega.

¡Bienvenidos a la pinche vida desastrosa de Jessica! ¿Saben que pasa cuando metes a cinco monos con problemas de ira (si, me estoy incluyendo) en una misma casa? Putazos. Eso pasa.

Ya de vuelta en casa, faltando tres días para que vuelva papá, estábamos teniendo una muy buena convivencia.

—¿¡Quién carajos se comió mi pizza!?

—¡Cómprate otra y deja de llorar!

—¡Dejen de gritar que estoy en llamada!

—¡Tú cállate!

Si... súper buena convivencia.

En fin, yo estaba tranquila en mi habitación terminándome de arreglar porque ¿recuerdan que estaba en unas mini vacaciones? Pues al colegio se le ocurrió la gran idea de volver un viernes y como ninguno tenía ganas de fingir algo de excusa para faltar, nos tocaba ir.

Y Andrew solamente se alistaba para la universidad como siempre.

—¡Jessica, ya apúrate que no te puedes ir sin comer!

—¡Ya voy, mamá! —grité mientras abría la puerta y me terminaba de poner mis aretes al mismo tiempo.

Tomé mi mochila y mi celular, salí del cuarto y cerré la puerta.

Bajé las escaleras y tiré la mochila en el sofá de la sala para luego dirigirme a la cocina.

—¿Qué me preparaste? —pregunté sonriente mientras me sentaba en el mesón.

JESSICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora