🍁 Prólogo

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"Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."

Oscar Wilde, me respondí a mí misma.

Esa frase me quedaba perfecta en estos instantes.

Bravo, Jessica. Probablemente salgas de aquí en una bolsa y tú pensado en frases.

No podía evitarlo, leer, ya sea libros, pensamientos o las instrucciones del shampoo, me relajaba.

"Quizá los libros nos saquen un poco de esta oscuridad. Quizá eviten que cometamos los mismos condenados errores."

Ray Bradbury...

Amaba esa frase porque simplemente identificaba a la perfección.

Alguien entró a la habitación donde me encontraba, pero no logré distinguir quien era debido a la oscuridad del lugar.

—Mírate, encadenada cual perro —se burló.

—No sé si creérmelo y ofenderme o enorgullecerme de que me tienen así porque me tienen miedo.

Se acercó más a mí y la poca luz que entraba por la ventana iluminó su rostro.

Cogió una silla y se sentó frente a mí.

—Se supone que tengo que interrogarte, ya sabes, para archivar quien pasó por aquí.

—Lo siento, mi agenda está llena.

Él rodó los ojos y yo me acomodé.

—Sabes, mejor te voy a hacer mis propias preguntas.

Con rapidez se paró de la silla y se sentó en el suelo frente a mí.

—¿Te consideras una asesina, Alessandra?

—¿Por qué debería considerarme una?

—Porque los asesinos matan, duh.

Me acomodé en el suelo mostrando desinterés.

—¿Quieres que te diga la verdad? No siento ni una sola pizca de remordimiento. Lo maté en defensa propia y de paso ayudé al mundo quitándole una escoria como tu hermano.

El golpe a mi rostro no tardó en llegar.

Limpié la sangre de mi labio con mi lengua mientras veía como él me miraba con enojo.

Su mano voló a mi cabello jalándome hacia él, haciéndome poner de rodillas.

—Te vas a arrepentir, Jessica. No te podrás hacer la fuerte siempre.

Me soltó con fuerza haciendo que cayera y las cadenas suenen en respuesta.

Ay, Jessi, Jessi. Dijeron que tu ambición y terquedad sería tu perdición y no se equivocaron.

En estos momentos yo tenía solo una cosa clara:

Jessica Di Angelo ya estaba muerta.


Bueno, muchas cosas pasan antes de que esto ocurra y también muchas después, así que agárrense: que vamos para largo.

JESSICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora