"Ella no es peligrosa por saber lo que quiere. Lo es por saber lo que vale."
-David Sant.
Vivir en un mundo de narcotraficantes suena como una pesadilla, ¿no? Pues para Jessica Di Angelo es lo mejor del mundo.
Hermosa y letal es como muchos la descr...
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—Es John.
Y así, corrimos al hospital.
El hombre mal herido en el suelo no era John, él ya iba dentro de una ambulancia, al igual que Violet.
Tomé un suéter y corrí junto a papá al auto. Hayden se quedó en casa encargándose de todo.
Cuando llegamos no pudimos ver a ninguno de los dos, ya estaban en cirugía.
John había recibido una bala en un lugar importante que luego de tantos años no recuerdo con claridad (perdón) y Violet había sido acuchillada, pero estaba en menor riesgo.
Estando en la sala espera estaba reviviendo todo lo que viví con Astrid.
Al cabo de unas horas, Violet ya estaba en una habitación fuera de peligro, John no tenía la misma suerte.
La policía ya había venido a interrogarnos y las mentiras fluyeron en mi como sangre. Papá ni siquiera me tuvo que decir que contarles.
—Familiares de Violet Grace.
Nos paramos al oír el llamado.
La enfermera nos dijo que estaba bien y que necesitaba reposo monitoreado por tres días, luego de eso le darían el alta. Nada de actividad física hasta después de un mes que sería cuando le quiten los puntos.
—Está despierta, por si desean pasar.
Le agradecimos y entramos a la habitación.
—Abogado —Violet intentó componerse, pero la detuvo el dolor.
Antes de proseguir, sé que les había dicho que Violet era la guardaespaldas de mis hermanos, pero solo me dio pereza explicar.
Violet es guardaespaldas principal y personal de papá, como John es el mío, pero el día que se las mencioné ella estaba trabajando con Ben, cuidando a mis hermanos, por diversos inconvenientes.
Ahora si continuemos.
—No, no, quédate acostada, Grace —se acercó a ella. —¿Cómo te sientes?
—Bien, la verdad. Estaba más preocupada era por ustedes.
—Estamos bien, Violet, gracias —respondí yo.
Le preguntamos exactamente como fue todo.
Dijo que eso de las dos de la mañana, Violet y John hacían un recorrido por el frente de la casa cuando oyeron unos ruidos viniendo de los lados de la casa. Ambos se concentraron en entrar y en cuidar que lo que sea que había invadido nuestra morada no se acerque a nosotros, ellos sabían que el resto de guardias se encargarían del resto. Corrieron dentro de casa buscando quien podría haber entrado. Con cuidado revisaron la planta baja, por su lado Violet estando en la cocina vio como alguien entraba por la puerta de la piscina. Rápidamente se acercó de manera cautelosa y se escondió detrás de una pared, siguiendo los movimientos del intruso, con su pistola firme en su mano. Al intruso acercarse al pilar donde se escondía Violet, ella lo tomó del cuello poniéndole la pistola en la cabeza.
