16. NEI BOSCHI

806 109 68
                                    

En el bosque

Hola, mis amores, pido perdón de antemano si hay alguna falta ortográfica. Es que me emociono y escribo demasiado rápido. Jsjaja, disfruten el capítulo y gracias, gracias por todo su apoyo.

*

Hubiera querido tener unos días normales, sin cadáveres, exnovios locos, dolores de cabeza y sin miedo.

Ojalá fuera tan sencillo.

Sabía que no podía pedir algo que no estaba en mi poder, ya que el ninja asesino me habría cortado la garganta si le pedía, amablemente, que dejara de asesinar a las personas.

Como si fuera tan fácil.

Ese día, siendo viernes por la tarde, había tenido pesadillas estando despierta. Estaba en mi última clase, pero la teníamos libre debido a la muerte de la señorita Yates y no teníamos profesor.

—¿Qué tienes, Eve? —preguntó Dante, tomando mi mano.

Había estado muy metida en mis pensamientos, tratando de recordar. ¿Cómo había muerto Jacob? ¿Cómo es que Beatriz tenía una tumba, cuando le podía tocar y ver?

No entendía nada.

Había pasado toda la semana tratando de descifrar la incógnita, pero sólo me llevaba al principio, otra vez. Sin pistas.

—¿Aún tienes insomnio?

No.

No sólo tenía insomnio. Sino que tenía un miedo atroz y duda que no me dejaban ni pensar. ¿Quién podía ser el asesino? ¿Qué pasaría si me iba? Después de lo último que Jacob me había dicho, me dejaba en el aire.

La campana sonó, Dante a mi lado se levantó, sin soltar mi mano y arrastrándome fuera del salón. Todos estaban ansiosos por el viernes, y yo solo quería tratar de dormir un poco.

Salimos para que la nieve nos recibiera, mientras nos sentábamos en la banca. Ahí estaba Bea, quien había regresado después de estar cuatro días enferma. Su rizado cabello se movía en sincronía cuando ella respiraba.

—¿Qué planes tienen el fin de semana? —preguntó ella.

—Mi padre regresa de Italia por dos días. Tendremos una cena familiar.

Moví mi cabeza. —Sí, Devian me dijo algo así. Creí que regresaría con mis padres, pero ellos se quedarán en Roma.

Beatriz sonrió. —Apuesto a qué se están divirtiendo bastante.

—Mamá está amando el calor. Me dijo que tendré que usar demasiado bloqueador cuando me vaya.

Cuando me vaya.

Se sentía raro decir eso. Puesto que me iría del lugar donde nací y crecí. Donde pasé toda mi vida viendo las mismas personas y calles.

Extrañaría Barley.

—Y eso que no has visto la cantidad de personas que suelen ir en las vacaciones. Está más lleno en Roma, pero como irán a Venecia no habrá problema.

Venecia.

Ya casi podía imaginarme el sol, el calor y el agua cristalina de los canales. El bote en el que, Devian y yo, veríamos las estrellas todas las noches.
Ya quería irme, para por fin ser feliz.

Junto a él.

La madre de Bea pasó por ella, mientras que Dante y yo nos quedamos para así esperar a Devian. Me quedé mirando los estudiantes, como reían y se tiraban bolas de nieve. ¿Extrañaría la secundaria? Sí, fue importante para mí. Incluso, ya estaba mentalizándome que la universidad sería un poco más pesada.

Los Salvatore ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora