El pueblo maldito
Para ustedes, italianas.
Escrito con todo mi amor.
Gracias por los 10k 🖤*
Algo dentro de mí me impedía hacer lo que pasaba por mi mente.
Ahí estaba de pie, siendo un jueves por la tarde, con una Beatriz mirándome, sentada en mi sofá, como si no entendiera las palabras que salían de mi boca.
Ella sabía todo, lo que solo me hacía quedar como una tonta con la que dos hermanos italianos, guapísimos e irresistibles, jugaban como si fuese una papa caliente.
—Déjame ver si entiendo. Quieres decirle a Devian que se tomen un tiempo, al menos unos meses, para poder decidirte entre sí quieres quedarte con él o con su hermano
menor. ¿Estás escuchando lo loco que suena eso, Evelynn?Exhale aire, un poco furiosa, porque la verdad no quería pensar en ellos dos hasta que nos fuésemos de Barley.
—Sé que es una completa locura, Bea, pero no sé qué más hacer.
Junto sus cejas, puso sus labios en una línea recta y suspiró con bastante cansancio.
Como si ya estuviera harta de mis estupideces.
—Recuerda que te irás con ellos a Italia. Debes tomar una decisión de la que no puedes arrepentirte después. Sabes eso, ¿verdad?
Mordí mi labio, un tanto nerviosa porque sabía que tenía demasiada razón.
En menos tres días sería nuestra graduación y después nos iríamos a Italia. Si todo resultaba de acuerdo con el plan de los chicos. Si no, no sabría qué haríamos.
Pero morir, después de recibir mi diploma, no estaba en mi lista de cosas que hacer.
—¿Has hablado con Eris? —preguntó, después de un silencio que hubo.
Negué. —No, no quiero hablar con ella. Prefiero evitarla, por ahora.
Y era cierto. No quería ver a Eris. Me sentía bastante traicionada.
¿Estaría ella en el plan de Renzo o simplemente trabajó sola?
Había tantas preguntas rondando mi cabeza, pero, como siempre, ninguna tenía respuesta.
Bea se quedó conmigo lo que resto de la tarde y luego se fue a casa, despidiéndose y dándome una cálida sonrisa.
(*)
El sol entrando por mi ventana me hizo no querer abrir mis párpados. Me quejé mientras me bajaba de la cama, y caminaba hasta mi baño. No dure mucho tiempo dentro, ya que hacía demasiado frío y la verdad quería irme antes de que Devian sacara el auto.
Lo único bueno que podía hacer ahora era evitarlo.
Salí para vestirme y bajar a la cocina, agradecida de que Eris no estuviese cerca. Desayune, casi atragantándome, para que la nieve me recibiera y cerrará la puerta a mis espaldas.
Frente a mí, del otro lado de la calle, la casa de los Salvatore se alzaba como si fuese una mansión embrujada, de la cual solo podrías salir lastimado o no pudieses salir porque te asesinaron.
Así se sentía.
Antes de que alguien pudiera salir, casi corrí hasta el final de la calle. Me tranquilice un poco, a pesar de que ya no había casi nadie en el pueblo. La mayoría se fue, por el miedo después de lo sucedido en el hospital.
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Los Salvatore ✔
Mistero / Thriller¿Y si tus vecinos llegasen justo cuando los cadáveres comenzaron a aparecer? ¿Y si ya no puedes confiar ni en ti misma? ***** Los ojos de todo Barley están sobre los Salvatore, recién llegados de Roma y con aspecto muy normal al igual que cualquier...