22. NOTTE INDIMENTICABLE (Parte 2)

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Noche inolvidable
Parte 2

#Mascorazonesmenoschocolates

*

—Se ve confundida.

La voz de ella, quien no se había movido en lo absoluto, me sonó lejana.

Jacob me echó una ojeada y miró otra vez a Eiko.

Era hermosa, o hermoso. No sabía cómo decirle. Sus pómulos eran altos, tenía la nariz perfilada. Pestañas largas y cejas perfectas. Labios carnosos y cuerpo de muerte.

Era perfecto. En todos los sentidos.

Ni de cerca podría verme así.

—Lo está. Apuesto a qué se pregunta cómo es que nos conocemos —dijo Jacob.

Trague fuerte, sintiéndome incómoda por tenerlos alado, cuando claramente podía oír que hablaban sobre mí.

—La verdad aquí, es que Jacob y yo nos amamos secretamente —susurró, poniendo su mano al costado de su boca, como si me contará un secreto altamente confidencial y no deberían leer sus labios.

¿Qué?

Mi mirada de confusión tuvo que ser demasiado obvia, porque ella rio echando su cabeza hacia atrás. La manera en que lo hizo fue tan macabra, porque sus ojos detonaban una locura que me hizo temblar todo mi cuerpo.

Antes de que pudiera decir algo más, vimos como Dante se acercaba hacia nosotros. Eiko lo miró, con cierta curiosidad en su mirada.
Entendía muy bien aquello, yo miraba así a los chicos antes.

—Encontré una mesa.

Devian, quien ni había hablado desde que llegó Eiko, se acercó a mí tomando mi mano. Con sólo mirarme pude entender lo que trataba de decirme.

No hay problema, todo está bien.

Sí, todo estaba bien. Incluso, aunque Eiko no me diera buena espina y nunca la hubiera visto antes. La manera en que Jacob estaba tan cómodo con ella hacía preguntarme si fue uno de sus ligues antes de cuando saliéramos. Pero, no podía. Era casi imposible, puesto que tampoco la había visto en la escuela, ni en Barley de por sí.

—Ah, Eiko. Estás aquí hoy —murmuró Dante, quien concentró su mirada en la chica.

¿También la conocía?

Traté de sacar una conclusión y lo único que pude pensar era que tal vez era italiana. Parecía, por la belleza abrumadora que tenía, justo como los chicos. Además, Jacob había estado un tiempo de Italia. Pudieron haberse conocido allá.

—Hermoso y pequeño Dante, te ves bastante diferente. Bueno, fue muy lindo verlos y todo, pero debo seguir con mi trabajo.

Les lanzó un guiño y se fue, tomando más cosas de la mesa y pasando entre los estudiantes.

Parpadee para salir de mis pensamientos, sin saber aún qué había sucedido, y junto con Devian seguimos a Dante hasta la mesa. Tenía un mantel color celeste cielo, un arreglo de flores y varios platos con los cubiertos y cinco copas.

Jacob venía detrás nuestro, así que se sentó junto a Dante, la silla que venía después de él quedó vacía. Devian por supuesto se acomodó junto a su hermano, mientras que yo tome asiento alado de mi novio.

Me sentía tranquila, a pesar de haber tenido a Eiko cerca. Estaba ahí, con mis amigos, en la noche de nuestro baile. Ya por fin íbamos a graduarnos e ir a la universidad.

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