—¿No oyes nada?
—No.— susurró el cobrizo.— no hay nada...
》No escucho nada en su mente.《
Carlisle estando a su lado suspiró amargamente viendo a la pelinegra acostada en una cama. Aplanó los labios preocupado por el estado en el que se encontraba aquella vampira, su brazo izquierdo torcido al igual que los dedos de su mano y la falta de la extremidad derecha, más la falta de consciencia. Para que su hijo no lograra escuchar su voz, era muy probable que ya no estuviera con ellos, sin embargo al ver cómo los pequeños rayos rodeaban al cuerpo inerte de la neófita como si la estuviera protegiendo del enemigo a su alrededor, como si supiera de su presencia, le hacía ver lo contrario.
Era un raro y asombroso don.
En definitiva, los Vulturi habían encontrado otra joya para su clan.
—Vamos hijo.— susurró el rubio, abriendo la puerta de la habitación que parecía ser de la muchacha.— debemos avisarle a Marcus.
Edward no le respondió sino que asintió con la cabeza, saliendo ambos de aquella habitación. Carlisle recordando los viejos tiempos que estuvo allí, caminó por los pasillos siendo seguido por su hijo hacia el gran salón donde allí se encontraban los tres reyes y la guardia.
Toda la guardia.
Apenas el rubio abrió las gigantescas puertas sintió más de 20 pares de ojos sobre él, pero el que más le preocupaba era de su viejo amigo Marcus. Cruzó miradas con el castaño teniendo que apartarla al no poder soportar ver los orbes dolidos, llenos de amargura, enojo y tristeza en él.
Y todo por esa muchacha.
Y sabía lo que estaba sintiendo el castaño en este momento.
Él lo había sentido varios años atrás, cuando su hijo, Edward, había tomado aquella decisión de morir al haber creído que su pareja había fallecido.
El dolor de perder a tu hijo.
Ya que Edward le había contado, muy por arriba, como era la relación del castaño con la pelinegra inconsciente, el verdadero motivo de que estuvieran allí.
—¿Y bien mi querido amigo?— la voz de Aro llamó su atención, viendo al pelinegro que también tenía una mirada llena de preocupación en sus orbes.— ¿No hay ninguna noticia?
—Lo lamento Aro.— respondió Carlisle colocándose en el medio del salón junto con su hijo a su lado.— Pero la muchacha, Paola, no ha dado ningún indicio de despertar.
》Y como siempre, no me he podido acercar a ayudarla con su brazo... lo que parece ser su don, la protege.《
—Comprendo.— susurró Aro con una mueca amarga.— ya han pasado dos semanas.
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Latina {Jane Vulturi}
FanfictionDespués de tantos años, los Vulturi deciden reclutar a nuevos vampiros para su guardia, quedando entre cien de ellos solamente ocho vampiros gracias a sus dones excepcionales. Los reyes Vulturi estaban fascinados por los nuevos miembros, emocionados...