—Ésta será tu habitación.- habló con delicadeza el rey, Marcus, estando ambos en frente de una puerta.- se que necesitas tiempo para procesar toda la información que acabas de recibir.
》Mañana uno de la guardia vendrá a buscarte para mostrarte el lugar y así seguir con la explicación.《
-Esta bien...- abrió la puerta y se adentró a la habitación, que antes de cerrarla se dirigió al castaño de mirada triste.- gracias Marcus.
El rey asintió con la cabeza y con la supervelocidad desapareció en un parpadeo.
Suspiró cerrando la puerta detrás suyo, todavía procesando el hecho de que la cosa rara que le había pasado, el cambio que habia notado, es porque es un vampiro.
Que no era que no había sospechado de su cambio actual, obviamente por un loco momento esa palabra le vino a la cabeza al notar su palidez, su velocidad, su fuerza y el hambre voraz que nace desde sus entrañas el querer tomar hasta la última gota de sangre de un humano hasta dejarlo como una pasa de uvas, obvio que lo pensó, lo procesó y lo negó.
La realidad era que, la latina estaba en negación, no quería aceptarlo.
Vampiro.
Paola interiormente seguía luchando contra esa palabra, al igual que ese vocablo que usaron para referirse a ella.
Una neófita.
Que entendió que son como los recién nacidos, vampiros que son nuevos en la materia como ella.
Y que a la secta satánica, no la culpen los seguirá llamando así ya que las ropas oscuras y aburridas le daba a entender que son una, era un clan, más específico la realeza vampírica, que gobernaban, creaban leyes y los que trataban que su especie estuviera oculto bajo el ojo humano.
Aunque a Paola se le hacía ridículo ya que la nueva tecnología, avanzada, los podía detectar.
Pero meh, iba a dejar que sigan creyendo que son indectetables.
Observó con curiosidad la habitación dándose cuenta que ésta era muy aburrida, constaba solo con una cama (que no sabía porque había una si para su mala fortuna se había enterado que no podían dormir, comprobada por ella misma y sus solitarios tres meses), sumándole un escritorio, unos mini cuadros de paisajes, paredes de colores oscuros siendo estos marrón y un ropero que tenía la sensación de que había ropa aburrida como ellos.
De algo estaba segura, si se quedaba en este lugar iba a remodelar esta maldita habitación a su antojo. Y si podía, a escondidas, porque varios vampiros la tienen en la mira sin saber el porqué, traería una televisión a su cuarto.
Y miraría todas las series, novelas del mundo.
Parpadeó, costumbre que no se le había ido, al darse cuenta que alguien había tocado la puerta.
Se acercó a la entrada y la abrió encontrándose a una niña de unos quince años, rubia, sus cabellos recogido en un moño, labios finos, piel pálida, ojos rojos como la sangre que la miraban como si fuese una basura.
—Hola niña.— le habló recargandose sobre la puerta.- ¿Necesitabas algo?
-Para tu diminuto cerebro mi nombre es Jane.- gruñó fastidiada.- y te vengo a advertir.
-¿Advertirme?- se burló.
Los ojos rojizos se oscurecieron del enojo, causando solo diversión en la neófita.
-Si, primero a nuestros reyes Aro, Caius y Marcus se les habla con respeto.- masculló molesta.- los llamamos amo, no por sus nombres.
-Ajá.
Jane gruñó.- Segundo, vuelves a hablarle así al amo Caius, yo...
-¿Tú?- le interrumpió burlona, disfrutando ver el ceño fruncido de la rubia.
-Yo no dudaré en ningún segundo en usar mi don sobre ti.
—¿Don?— se preguntó mentalmente, que al darse cuenta de lo ridículo que sonaba, se rió.— ¿Un don? Realmente buscaban gente como los X-men.
—¿Un don? ¿Tienes un don? ¿Un superpoder?— se burló.— ¡Oh! No me digas...— hizo un gesto falso de miedo.— y con tu súper poder... me darás alguna clase de... ¿Castigo?— se siguió burlando de la rubia.— cariño... no me intimidas.
》Piérdete.《
Jane, harta de la actitud de la morocha dijo.
—Dolor.
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¡Hey! Aquí nuevo capítulo <3
Me pone muy feliz ver los comentarios y votos que esta teniendo esta historia.
¡Muchísimas gracias por las dos mil lecturas!
Espero que les haya gustado el capítulo.
Mi bebé Pao ya sufrió el don de Jane jsjsjs
¡Voten y comenten!
Las amo.
Besitos.
~M.
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Latina {Jane Vulturi}
ФанфикDespués de tantos años, los Vulturi deciden reclutar a nuevos vampiros para su guardia, quedando entre cien de ellos solamente ocho vampiros gracias a sus dones excepcionales. Los reyes Vulturi estaban fascinados por los nuevos miembros, emocionados...