I Got a Boy

Capítulo 14: Fun and Games

Era un viernes por la madrugada y Annabeth no tenía clases. Se concentró en hacer un programa especial para poder tener tres días libres en al menos un fin de semana. Ahora tenía un montón de tiempo para ponerse al día con sus labores- estudiar, escribir, dormir una siesta y lavar a ropa. Ese día, definitivamente necesitaba empezar con la ultima cosa. Se le fue prácticamente todo el mes sin tener una razón para encontrar el cuarto de lavado pero ahora que solo le quedaban sus últimos boxers, era tiempo para una exploración.

El calvario con Luke había terminado y Annabeth estaba realmente aliviada, incluso se sentía más ligera. Le había mandado un mensaje a Piper contándole todo lo ocurrido, quien le respondió, mayormente con mayúsculas, que estaba TAN FELIZ, OH DIOS MIO y que se estaba VOLVIENDO LOCA. Esa noche Annabeth se había quedado dormida con los ronquidos de Percy, estaba tan agradecida de seguir ahí para escucharlos.

Pero esto no era excusa para no lavar su ropa. Llegó hasta el sótano, guiada por el sonido familiar de la lavadora en funcionamiento. Cuando llegó, en efecto vio una hilera de lavadoras. Pero no esta sola ahí.

Sentado sobre una de las lavadoras estaba Nico, columpiando las piernas en círculos ya que no llegaba a tocar el suelo. Él vestía una camiseta negra y unos shorts deportivos, sus dedos estaban entrelazados mientras veía algún punto frente a él, perdido en sus pensamientos que impidió que se diera cuenta de que Annabeth se acercaba. Ella puso su cesta en el suelo, junto a la ultima maquina. El sonido lo saco de su trance.

Nico levantó la cabeza para mirarla y ella sonrió.

“Hey” dijo ella, apenas lo suficientemente alto para ser escuchada.

Él asintió con la cabeza en respuesta y volvió a mirar al punto invisible.

Annabeth metió la carga en la lavadora, ropa oscura primero, y la llenó de detergente. Todo el tiempo estaba consciente de que Nico estaba ahí. Sería normal que se fuera sin decir nada ¿Cierto?, no se sentía particularmente cercana a Nico, pero… Pero no quería ser grosera.

“¿Tampoco tuviste clases hoy?” le preguntó mientras introducía unas monedas e iniciaba el ciclo de lavado.

Nico apenas la miró a los ojos y asintió de nuevo, “Sí”, suspiró.

Tuvo la sensación de que estaba algo decaído . Bueno, él siempre parecía decaído. Cada vez que lo veía, en la cafetería casi siempre, era muy reservado y callado. Por alguna razón sentía que debía darle una oportunidad.

“¿Cuál es tu carrera? ¿En la escuela?” le preguntó.

Él la miró a los ojos, pero solo un poco. Era como si no quisiera mirarla de frente, como si fuera de mala educación. Su atención volvió a sus manos. “Yo- no tengo una.”

“Oh” dijo ella, sintiendo que la conversación se terminaba. Él no la estaba ayudando y el ambiente comenzó a ponerse raro, “De acuerdo, bueno, te veré luego.”

Annabeth dio unos pasos hacia la puerta y Nico habló: