Era el momento de sincerarse con Annabeth. Merecía saber lo que estaba pasando. Pero primero: dormir.
Percy, agotado física y- gracias al sabotaje improvisado de Mark- emocionalmente, llego al dormitorio vacío encontrando sólo una nota de Annabeth diciendo que había ido a correr. Probablemente para despejar su cabeza. Lo que estaba bien. Percy sabía que se estaba esforzando en exceso con sus estudios. Ella era como un perro husky. Si no salía a la calle de vez en cuando, se pondría a romper los muebles.
Con la gracia de un burro volador, se arrojo a su cama y enterró la cara en la almohada quedando fuera de combate inmediatamente. Cuando despertó, ya era la mañana. Annabeth había regresado durante la noche y, naturalmente, también se fue a dormir. Los pequeños detalles la delataban. Vio sus zapatos para correr cerca de la puerta y el armario estaba un poco abierto. Pudo oler que había utilizado la ducha, el olor de su gel de baño flotaba en el aire. Eso probablemente fue lo que lo levantó- el recuerdo de ella.
Moverse era particularmente difícil porque sus músculos luchaban contra él. Pero era un buen dolor, del tipo que lo impulsaba a seguir. Se cepillo los dientes, fue al baño y finalmente se comió una barra para el desayuno.
Mientras masticaba, marcó su número. Ella respondió después de dos timbrazos.
–Hey, ¿Dónde estás?– preguntó.
Apenas podía oírla, ella estaba susurrando demasiado bajo –La biblioteca. ¿Ya te levantaste?–.
–Casi. No te vayas. Voy a ir a verte–.
Nunca antes Percy había llegado tan rápido a la biblioteca. Probablemente fue un récord. Claro, fue para hacer lo opuesto a estudiar, pero no le impidió apreciar esa pequeña victoria. Miró su reloj para ver que eran casi las once. Tenía una hora antes de la practica.
Pero justo antes de entrar por la puerta principal de la biblioteca, la voz de Mark a la vuelta de la esquina hizo que Percy se detuviera. No veía a Mark, pero había otra voz en el teléfono, gritando con todos sus pulmones. Si Percy podía oírlo, tenia que ser muy fuerte. Quienquiera que fuese, le hablaba duramente a Mark.
–Sí, señor– dijo Mark, con voz plana, antes de que la persona al otro lado de la línea se pusiera en marcha de nuevo.
Percy esperó, escuchando la escena que se desarrollaba. No podía entender cada palabra, pero pudo escuchar algunas bastante desagradables. Tenía la sensación de estar escuchando algo que no debía.
–Lo sé, papá– dijo Mark, monótono.
El estómago de Percy se apretó. ¿Su padre le hablaba de esa manera?
–Sí señor, lo entiendo– murmuró Mark. Percy se dio cuenta de que Mark quería terminar la conversación pero no podía hacer nada al respecto. Mark estaba bajo la bota de alguien que era mucho más desagradable que él, si eso era posible.
De pronto, la voz en se hizo aún más fuerte, como si Mark hubiese apartado el teléfono de su oído para ahorrarse una sordera prematura.
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I Got a Boy
FanfictionSinopsis: Un par de tijeras transforman a Annabeth Chase en Andrew Chase. Ella deja su larga cola de caballo por un uniforme de la escuela privada elite, exclusiva de hombres, donde solo los mejores asisten para lograr sus sueños. Es su ultima...